José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Disculpas de cartón piedra


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SÁBADO

Cobo y Satué, al Dicasterio para los Obispos. Otro intento más de remendar el casting episcopal. Al nuncio se le da por amortizado. La comisión delegada parece que no vio, ni tan siquiera pasar por delante, alguna que otra terna que debía haber vuelto por donde salió. Y el prefecto necesita más voces para afinar el tino cada vez que lleve la carpeta de firmas a Santa Marta. De paso, si a alguien le quedaba duda, que relea la carta de Pablo a Timoteo. “Sé de quién me he fiado”. La pregunta es si en la Plenaria de marzo se reforzará esa confianza o se desmarcarán ‘a la norteamericana’. Chi lo sa?



DOMINGO

Golpes en el pecho a lo folclórica, pero en forma de artículo. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Bueno, en realidad, tanto no. Porque no se arrepiente de lo dicho, sino de haberlo dejado por escrito en un periódico y que luego aquello desembocara en tarjeta roja y expulsión de las ondas, que no del papel. Unas disculpas de cartón piedra que pudieran sonar a una petición de clemencia episcopal para volver. A nadie se le niega el perdón, pero este ha de ser sincero y con propósito de enmienda. Al menos, así lo concibe el más ortodoxo de la casa. Eso sí, si al susodicho se le reincorpora como contertulio, hágase lo mismo con quienes pecaron antes. Porque el doble rasero nunca funciona.

LUNES

Denunciar, alzar la voz, defender la verdad en público no es vomitar. Bulimia verbal.

MARTES

Parroquia Santa María Madre de la Iglesia de Carabanchel. Fiesta del Dulce Nombre de María. Patrona marianista. Nano, en la homilía: “Estamos llamados a acoger lo que no podemos entender”. Es la bienaventuranza de los sencillos. No de los que acatan porque sí, sino de los que acogen sin tenerlo todo atado y bien a atado, de los que se dejan sorprender. Como María. “Sin que Ella planifique, proyecte y controle”.

MIÉRCOLES

Comisión Ejecutiva en la Conferencia Episcopal. Repaso oficial a la auditoría de Cremades. Con el temor a que las cifras no cuadren, dé la sensación de que la auditoría no ha estado a la altura y la opinión pública se eche encima después de los gastos del bufete. Con el miedo a que algún báculo haga lo que hace siempre sin temor a reprimenda: filtrar. Para adelantarse con el relato, que, a estas alturas, parece contar más que la verdad.

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