Joe Biden cuatriplica el límite de admisión de refugiados impuesto por la administración Trump. Estados Unidos pasará de los 15.000 a los 62.500 en este 2021, según informó el segundo presidente católico de la historia del país. Una decisión que le ha valido al siempre cuestionado demócrata el aplauso del Episcopado norteamericano.
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Este aumento viene precedido de una crítica de la Iglesia y otras instituciones pro derechos humanos por el mantenimiento del cupo de la era Trump, que lo dejó en mínimos históricos. Biden ha reconocido que es poco probable que se logre ubicar a 62.500 este año –hasta abril solo se había reubicado a 2.000–; no obstante, ya trabaja para aumentar la cifra hasta los 125.000 personas en 2022.
Según el presidente, la escasa cifra de 15.000 “no reflejaba los valores de Estados Unidos como nación que apoya a los refugiados”.
Gracias al presidente
Por su parte, la Unión de Conferencias Episcopales de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), a través del presidente del Comité de Migraciones, Mario E. Dorsonville, ha alabado al presidente, pues la actualización de este límite es “un paso en la dirección correcta para ayudar a quienes más lo necesitan”.
En su escrito, el también obispo auxiliar de Washington insistió en que “como nación de inmigrantes”, Estados Unidos tiene “la obligación moral de ayudar a nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo”. Y es que, “durante décadas, hemos sido un líder en la reubicación de refugiados”, agregó.
Dorsonville concluyó su misiva recordando que “la Iglesia católica enseña que toda persona ha sido creada a imagen de Dios y debe ser valorada, protegida y respetada por la dignidad inherente que posee. Es más importante ahora que nunca que nuestro país continúe liderando mientras abordamos esta emergencia humanitaria”.
En la actualidad, según cifras de ACNUR, hay 26 millones de refugiados en todo el mundo y más de 47 millones de desplazados internos.
