“Las ambigüedades que deja abiertas la Ley Celaá harán que en un futuro no muy lejano ni siquiera los tribunales puedan frenar los excesos y arbitrariedades de las consejerías de Educación de las comunidades autónomas o de aquellos partidos para los que la Educación solo es un medio para cumplir sus fines y no para el desarrollo integral del alumnado”.