¡Y qué cumpla muchos más…!

Jesús Sánchez Adalid(Jesús Sánchez Adalid– Sacerdote y escritor)

“Se define como ‘Una palabra comprometida en la Iglesia’. ¿Por qué precisamente ‘una palabra’? Porque las palabras contribuyen a crear y a ilusionar. Son un don que proviene directamente de Dios”

Cumple medio siglo Vida Nueva y no es un asunto baladí. En estos tiempos, 50 años de existencia para una publicación periódica constituye una meta digna de ser celebrada con gran alegría. No ya por el mero dato de la pervivencia en medio de tantos cambios, sino por la intensidad de los acontecimientos vividos en tan largo período. Nacía casi exactamente un año antes de que Juan XXIII anunciara la convocatoria del Concilio Vaticano II, y sin duda ese hecho tan significativo marcaría su particular itinerario, en momentos cargados a veces de confusión, miedos e incertidumbres; pero vislumbrando con esperanza los tiempos nuevos y los aires de renovación que llegaban por doquier a nuestra Iglesia.

Se define como “Una palabra comprometida en la Iglesia”. ¿Por qué precisamente “una palabra”? Porque las palabras contribuyen a crear y a ilusionar. Son un don que proviene directamente de Dios. El Evangelio de san Juan empieza diciendo: “En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. Son la herramienta más poderosa que posee el ser humano. Pero son una espada de doble filo: pueden crear el sueño más bello o destruir. Uno es el uso erróneo de las palabras. El otro, la verdad, que engendrará belleza, amor y el cielo en la tierra. Ése es el compromiso de VN con los católicos de lengua hispana: dar muestras de un sano pluralismo en sus posicionamientos, al tiempo que ejercen “la libertad de los hijos de Dios”, en cuanto a su modo de pensar y actuar como creyentes. Como reza el sabio ideal agustiniano: “unidad en lo esencial, libertad en lo accesorio y caridad en todo”.

En el nº 2.652 de Vida Nueva (especial 50º aniversario).

Compartir