Tras 72 horas de angustiosa búsqueda, un grupo de campesinos hallaba el pasado día 9 en una reserva forestal cercana a Medellín, el cuerpo sin vida de Gustavo Vélez, el sacerdote de 78 años que durante décadas ejerció como corresponsal de esta revista en Colombia. Semana tras semana, sus crónicas trataron de tomar el pulso informativo de una Iglesia y un país a los que también se asomaba como columnista del diario El Colombiano bajo el seudónimo de ‘Padre Calixto’. Con ocasión del 50º aniversario de Vida Nueva, junto a su felicitación, nos animaba a la expansión por toda América Latina y nos confiaba cómo ya desde niño, leyendo los folletos PPC, “deseaba que esa literatura tan fluida pudiera llegar a muchos en clave de evangelización”. Y ese anhelo, en clave sacerdotal y periodística, le acompañó toda su vida a este Misionero de Yarumal. Vaya desde aquí nuestro recuerdo y nuestra oración. Descanse en paz.
En el nº 2.675 de Vida Nueva.
