Darfur, un infierno para mujeres y niñas

Denuncian que la guerrilla y el ejército practican la violación sistemática

(José C. Rodríguez) Cinco años después del comienzo del conflicto de Darfur, cada vez hay menos cosas claras, excepto un dato: todos los grupos armados están contra las mujeres. Por lo menos ésta es la conclusión de un informe de Human Rights Watch de finales del mes pasado. Esta prestigiosa organización, con sede en Nueva York, afirma que durante una reciente ofensiva lanzada contra algunas ciudades del Oeste de esta región sudanesa, elementos de las milicias Yanyauid (Hombres a Caballo) y soldados gubernamentales practicaron la violación sistemática de mujeres y niñas durante sus ataques.

Según Human Rights Watch, al comienzo de la guerra las mujeres sufrían agresiones sexuales durante ofensivas militares, pero ahora estas vejaciones se cometen con total impunidad, incluso en periodos de calma y en los mismos campos de refugiados. Las pocas víctimas que se atreven a denunciarlo se suelen encontrar con que la policía sudanesa no actúa ante la dificultad de presentar una querella contra los militares.

Pocas semanas antes de la presentación de este informe, el Comisariado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció estos mismos abusos contra mujeres. Lo peor es que ni la presencia de los 9.000 soldados de la misión multinacional de paz de Naciones Unidas para Darfur (UNAMID) puede o quiere detener estas atrocidades. En enero este contingente tomó oficialmente el testigo de las fuerzas de la Unión Africana, que durante su mandato hicieron muy poco. Está previsto que los soldados de UNAMID –en su mayoría africanos y asiáticos- lleguen este año a 26.000.

Interés internacional

El conflicto de Darfur comenzó en febrero de 2003. Desde entonces han muerto 300.000 personas y dos millones viven en campos de desplazamiento dentro de Darfur o como refugiados en la vecina Chad. Entonces había sólo dos grupos rebeldes, pero ahora estas guerrillas son muchas más y las facciones y alianzas cambian de mes en mes. Al contrario que muchas otras crisis africanas, ésta sí ha atraído la atención internacional. Abundan los informes bien documentados que culpan al Gobierno de Sudán y su milicia Yanyauid . Estados Unidos lo ha calificado de genocidio. Las acciones internacionales se han centrado en presionar al Gobierno de Jartum para que controle a estas milicias y acepte fuerzas multinacionales de paz. Sudán, sin embargo, ha evitado las sanciones de Naciones Unidas gracias a China, su principal socio comercial y miembro del Consejo de Seguridad con derecho a veto.

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