ASOMBRA LO ASOMBROSO, por Juan Rubio

Asombra el réprobo con amnesia y el iluminado de sonrisa sarcástica. Asombra el déspota democrático y  el cacique dogmático. Asombra el laicista redomado y  el confesional impertérrito. Asombra quien lo ve todo claro y quien siempre duda. Asombra la forma asombrosa que Dios tiene de asombrar a quienes perdieron todo asombro porque dejaron de creer en el amor como  asombro.