UN PADRENUESTRO Y UN CREDO

Lo que necesitan hoy los hombres y mujeres no son condenas, sino ternura. “Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto para la verdad, la justicia y el amor” Sorprende el lenguaje de condena a divorciados, homosexuales, clérigos secularizados, religiosos exclaustrados. Últimamente prefiero empezar el día con un Padrenuestro y acabarlo con un Credo, especialmente un credo eclesial y muy esperanzado

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