Astorga presume de Gaudí

El Obispado abrirá al público todo el Palacio Arzobispal, del arquitecto de la Sagrada Familia

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | En 1886 fue nombrado obispo de Astorga Juan Bautista Grau, natural de Reus. El nuevo obispo reside en el antiguo palacio episcopal, entre la muralla y la catedral de Astorga, solo unas semanas. El 23 de diciembre, un incendio arrasa el edificio y el obispo se traslada al Seminario Diocesano. “Entonces, monseñor Grau recurre a Gaudí para construir una nueva sede. Y lo hace simplemente porque lo conoce personalmente, es de su mismo pueblo y como vicario de Terrassa había inaugurado alguna obra suya. Así es como se puso al frente del proyecto”, narra el ecónomo diocesano de Astorga, Ángel Vallejo Balda.

“Va a hacer ahora cien años de la finalización de las obras. De hecho, su construcción la simultanea Gaudí con el Palacio Güell”, añade Vallejo Balda.

Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura modernista que posee la Iglesia. Es un edificio fabuloso –continúa–. Quien no lo conozca, se va a sorprender mucho; es un edificio muy llamativo, una mezcla de palacio y castillo, con una visión muy romántica de la figura del obispo, por otro lado, muy propia del catolicismo de Gaudí”.

Abierto al público

Ahora, con vistas al centenario del Palacio, el Obispado quiere realzarlo y abrirlo por completo al público. “Creíamos que el Palacio debía de ser visitable en su totalidad –afirma el ecónomo–, y hasta ahora quedaban lugares a los que el visitante no podía acceder porque estaban dedicados a servicios administrativos, recepción de visitantes, vivienda del conserje…”.

Como idea inicial, se ha adquirido la casa más próxima al museo y se ha planteado sacar del Palacio los servicios auxiliares para liberar espacios. Ahora tiene 4.000 metros cuadrados expositivos, pero vamos a ganar otros 1.500.

El edificio no es solo lo que se ve ahora, sino un amplio entramado palaciego, muy bien estructurado. “Ahora solo se visita el Museo de los Caminos, pero a partir del año que viene también podrá visitarse el Palacio en sí. Eso, supondrá, como mínimo, abrir tres salas más. Pero también vamos a intentar ofrecer al público toda la estructura bajo cubierta, que es impresionante, y las terrazas, ahora cerradas. Es un gran edificio que tiene una unidad y una totalidad muy coherente y atractiva, que es lo que queremos mostrar”, afirma.

En el nº 2.762 de Vida Nueva (reportaje íntegro para suscriptores).

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