El ex cardenal McCarrick cumple 90 años: ¿por qué el papa Francisco lo expulsó del sacerdocio?

El cardenal Theodore McCarrick

El ex cardenal Theodore McCarrick cumple hoy 90 años. Su historia no tiene precedentes en la historia de la Iglesia moderna: de tocar el cielo siendo el hombre fuerte de los obispos estadounidenses, a descender hasta los infiernos por abusar de menores. El 27 de julio de 2018, el Papa recibía una carta del arzobispo emérito de Washington en la que le presentaba su renuncia como miembro del Colegio cardenalicio. No hay lugar en la Iglesia de Francisco para los abusadores, vistan de púrpura o de negro.



Pocas horas después, una nota de prensa de la Santa Sede comunicaba que el Pontífice aceptaba la renuncia del purpurado estadounidense y “ha dispuesto su suspensión del ejercicio de cualquier ministerio público, junto con la obligación de permanecer en una casa que se le indicará, para una vida de oración y penitencia”.

McCarrick, arzobispo de Washington entre 2001 y 2006, fue suspendido un mes antes por el propio Francisco para ejercer cualquier actividad sacerdotal en público, tras una denuncia por abuso a un menor cometido hace 45 años y que la policía ya estaba investigando, según informó el 20 de junio de ese año la Diócesis de Nueva York, donde entonces desempeñaba su ministerio como sacerdote.

El anciano cardenal aseguró en ese momento no recordar nada del presunto abuso y defendió su inocencia, aunque “por obediencia acepto la decisión de la Santa Sede y dejará de ejercer cualquier ministerio sacerdotal en público”, reconoció.

El caso se destapó en septiembre de 2017

Las denuncias contra el ex cardenal se remontaban a septiembre de 2017, cuando se presentó una acusación de una víctima de abusos, en los años setenta, por parte de McCarrick en Nueva York. A partir de esta, se realizó una “investigación preliminar exhaustiva en la propia diócesis americana que posteriormente se envió a la Congregación para la Doctrina de la Fe. 

Un año después, el 6 octubre de 2018, un comunicado vaticano confirmaba que la máxima de Francisco con McCarrick era “seguir el camino de la verdad, hasta donde esta nos lleve”. Así, cuatro meses más tarde, Doctrina de la Fe expulsó del sacerdocio al arzobispo emérito de Washington, tras probarse que ha abusado de menores y seminaristas. “El Santo Padre ha reconocido el carácter definitivo de esta decisión adoptada de acuerdo con la ley”, rezaba el comunicado a los medios que reafirmaba que la sentencia no admitía recurso alguno.

De ese mismo momento, McCarrick no puede administrar los sacramentos, presentarse o vestir como un sacerdote ni recibir asignación económica alguna por parte de instituciones eclesiales.

Retirado en un monasterio desde 2018

El ex cardenal vive desde septiembre de 2018 en el pequeño pueblo de Victoria (Kansas). A las acusaciones de agredir sexualmente a menores y tener acercamientos con seminaristas a los que invitaba a su casa de playa en Nueva Jersey a lo largo de muchas décadas, McCarrick siempre ha negado su veracidad. “No soy tan malo como me pintan. No creo que haya hecho las cosas de las que me acusaron”, dijo en una entrevista concedida en septiembre de 2019 a la periodista norteamericana Ruth Graham.

Pero, de todas las acusaciones, la única que el ex cardenal quiso discutir específicamente fue la de James Grein, quien sostiene que McCarrick lo había tocado mientras le escuchaba en el confesionario. “Lo de la confesión es algo horrible”, apuntó, añadiendo que durante sus 60 años de sacerdocio, “nunca hubiera hecho algo así. Eso fue horrible tomar el sacramento sagrado y hacerlo pecaminoso”.

En cuanto a la falsedad de las acusaciones contra él, como es el caso de los testimonios de los seminaristas en la playa, está convencido de que “se les animó” a declarar así, aunque no señalaba a nadie en concreto. Solamente, afirmaba que tiene “enemigos”. “Solo hay que ver los muchos jóvenes que pasaron por la casa de la playa y nunca tuvieron problemas allí”, se justificaba entonces.

McCarrick también ha tenido palabras contra sus supuestos enemigos dentro de la propia Iglesia. En concreto, Carlo Maria Viganò, ex diplomático del Vaticano en Estados Unidos y que, a través de una carta, acusó abiertamente al papa Francisco –por quien confiesa tener todavía “un gran afecto y respeto”– de levantar las sanciones contra McCarrick impuestas por Benedicto XVI. “Estaba hablando como representante de la extrema derecha, creo”, dijo McCarrick. “No quiero decir que es un mentiroso, pero creo que algunos de los obispos han dicho que no estaba diciendo la verdad”, afirmó.

Pagos fraudulentos

El excardenal pagó, desde 2001, más de 536.500 euros a altos funcionarios eclesiales, principalmente del Vaticano. Es lo que se desprende de la contabilidad del poderoso purpurado, según destapó en noviembre de 2019 The Washington Post. El periodo de las donaciones coincide con la inacción de la Santa Sede ante las acusaciones de abusos sexuales que existían sobre el influyente arzobispo.

El diario estadounidense identificó que un centenar de los beneficiarios de las cantidades entregadas por el ex cardenal estaban directamente implicados en la valoración o tramitación de las acusaciones sobre abusos del que fuera arzobispo de Washington. Los registros contables van desde 2001 hasta 2018, cuando Francisco prohibió a McCarrick ejercer su ministerio por las acusaciones de abusos probadas contra él.

Todas las cantidades salían de una discreta cuenta bancaria de la archidiócesis considerada como ‘Fondo Especial del Arzobispo’ en el que ingresaba las donaciones de diferentes bienhechores.

El Vaticano publicará un informe

Estos registros contables se encuentran entre el material remitido por la archidiócesis al Vaticano para preparar un informe completo que debería haber visto la luz a principios de este año.

La cuenta bancaria llegó a tener 6 millones de dólares en los 17 años que el prelado estuvo al frente de la archidiócesis. Entre los donantes más fieles estaba la hermana de Donald Trump, Maryanne Trump Barry, que le proporcionó al menos 450.000 dólares en cuatro años, según los datos del Post. También era donante la novelista Mary Higgins Clark. De hecho, la capacidad de recaudación de McCarrick era muy conocida, y en los años al frente de la diócesis dio millones de dólares del fondo a organizaciones benéficas católicas en Estados Unidos y en Roma, así como a ONG de países empobrecidos.

Al lado de esto, se registran casi 200 cheques enviados a diferentes clérigos, incluyendo más de 60 arzobispos y cardenales. Donaciones que coinciden con la difusión de las acusaciones de abusos a menores primero en círculos eclesiásticos de Estados Unidos y posteriormente llegando al Vaticano.

Noticias relacionadas
Compartir