A fondo: La experiencia Vida Nueva

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La tecnología avanza y los medios de comunicación son los primeros en acapararla. No por egoísmo o por exclusividad, sino porque los alcances que tienen internet y los dispositivos móviles son incalculables. Por eso, Vida Nueva da este gran paso de llegar a los nuevos soportes, aprovechando cada una de las ventajas que ofrecen las tecnologías de hoy.

NICOLÁS MIRABET

En la Edad Media, el novedoso invento de Johannes Gutenberg haría temblar a las fuentes de poder de la época. La imprenta de tipos móviles no solamente sería un instrumento para la difusión de noticias que no caerían bien a la monarquía, sino que acabaría constituyéndose en un invento democratizador del conocimiento acercando a grupos iletrados la maravilla de la literatura.

Picture 161 copiaMás adelante, Louis Daguerre realizó un increíble descubrimiento: logró congelar momentos de la realidad sobre placas de vidrio; pero los sucesivos avances en torno a la fotografía y a la posibilidad de reproducir imágenes en movimiento continuaron. A finales de siglo XIX, los hermanos Auguste y Louis Lumière presentaron en público el cinematógrafo. La primera proyección –en blanco y negro, obviamente–, fue absolutamente muda… y traumática.

Para los espectadores que llegaron al Grand Café de París para ver el filme Llegada del tren a la estación de La Ciotat, la imagen de un tren arribando a una estación y pasando muy cerca de la cámara mientras reduce la velocidad se convirtió rápidamente en una escena absolutamente icónica. En aquella primera proyección todos pensaban que semejante convoy saldría de la pantalla que lo se estaba proyectando. ¿Quién pensaría que esa proyección, con el tiempo, daría paso a la industria cinematográfica que hoy conocemos?

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La primera transmisión radial –realizada en Buenos Aires en 1920–, a diferencia de los mencionados anteriormente, comenzó como un improvisado invento, pero enseguida se “viralizó” (como estamos acostumbrados a decir hoy) y, en menos de 10 años, se convirtió en un medio masivo de comunicación. Apenas comenzada la década de 1950, no tardó en aparecer la televisión, pero ya pensada como un medio de comunicación que debería llegar a las masas lo más rápido posible para entretener y para generar consumo.

Si contempláramos estos avances en una línea de tiempo, notaríamos que los primeros dos inventos (la imprenta y el cine) sucedieron con gran distancia uno a otro. Sin embargo, el siglo XX fue cuna de la aparición de los otros medios de comunicación. Y ni hablar de las últimas dos décadas del siglo pasado, en donde las computadoras e internet surgieron y se extendieron a ritmo veloz.

Picture 157 copiaBasta pensar que, cuando Benedicto XVI tomaba posesión en la Cátedra de Pedro, en 2005, Facebook aún no había salido a la luz. Hoy, 10 años después, esta red social ya comparte su protagonismo con las otras redes que llegaron luego: Twitter, Instagram, Google+, todas disponibles para cualquier dispositivo móvil (porque la computadora ya parece algo del pasado).

Una experiencia

La edición para el Cono Sur de Vida Nueva se ha subido también a esta activa renovación tecnológica poniendo los extraordinarios recursos que provee al servicio de una experiencia comunicativa pionera en su medio, presentando su versión para tabletas.

Se trata de una “nueva experiencia”, decimos, en donde la tradicional edición que los lectores acostumbran a leer en papel queda adaptaba a este nuevo dispositivo, aprovechando los avances y las bondades que la tecnología deja hoy en nuestras manos. Por eso, la versión para tabletas de Vida Nueva no es una simple revista digital, sino una experiencia. Además de los textos y las fotografías que construyen una publicación gráfica, cuenta con varios recursos interactivos como galerías de fotos, videos, audios, links a sitios webs de referencia, entre otros, cosas realmente impensables en la tradicional versión en papel, pero siempre sin perder su esencia inicial: ser una voz en la sociedad y la Iglesia y dar voz a los que no la tienen.ipad-hollywood-600-28386 copia

Ya no se leerá solamente una frase textual entre comillas de una homilía del Papa, sino que se podrá ver al Papa diciendo esa homilía.

Ya no se leerá solamente una crónica de un acontecimiento eclesial, sino que además se podrá ver cómo fue sucediendo ese acontecimiento en una transición de fotos.

Ya no se leerá solamente una entrevista, sino que se podrá escuchar la voz del entrevistado.

Ya no se leerá una nota al pie al final del Pliego, sino que las notas aparecerán interactivamente sobre la palabra o el texto al que hace referencia, sin tener que ir al final para leer algo que se menciona al principio.

Ya no se leerá solamente una dirección de un sitio web, sino que los links (siempre y cuando la tableta tenga conexión a internet) podrán tocarse para comenzar a navegar al instante los sitios sugeridos.

Tan solo ingresando a la tienda de las tabletas (al Google Play en aquellas con sistema operativo Android, o al Apple Store las que tienen sistema iOs).

Sin duda, Vida Nueva para tabletas es una verdadera experiencia en la comunicación de la Iglesia.

 

Donde hay que estar

La presentación de la edición para el Cono Sur de Vida Nueva para tabletas –realizada el pasado 17 y 19 de noviembre, en Buenos Aires y en Montevideo, respectivamente–, dio cuenta de todas las ventajas y beneficios que adquiere una revista que da el paso a los dispositivos móviles.

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Por eso, no se trata de leer una revista. Encontrarse hoy con Vida Nueva para tabletas es vivir una experiencia distinta: no es solo leer, sino también interactuar con recursos antes inimaginables.

“Como editorial católica consideramos como una exigencia esta presencia en los dispositivos móviles. Si queremos ser significativos en los contextos actuales, Vida Nueva tiene que estar donde está la gente”, aseveró Raúl Rodríguez Castillo, director general de PPC Cono Sur, editora de Vida Nueva.

Por su parte, el director de la edición para el Cono Sur de Vida Nueva, Jorge Oesterheld, expresó: “Vida Nueva quiere seguir siendo esa publicación de referencia que la ha caracterizado desde sus inicios en España hace más de 50 años. Pero ahora, desde los nuevos espacios que se abren para alcanzar nuevos públicos, aquí, en el sur de América.”

De esta manera, Vida Nueva se convierte en una de las primeras publicaciones comprometidas en la Iglesia en dar este gran salto tecnológico que permitirá traspasar las fronteras que en su versión en papel era complejo superar.

La imprenta le dio paso a la prensa, y el cinematógrafo a las megaproducciones cinematográficas; la radio a transistores se convirtió en un gran medio de comunicación y su ingeniería dio pie al desarrollo de la televisión. Las computadoras e internet dieron nacimiento a las redes sociales y a los dispositivos móviles. Y es ahí donde Vida Nueva quiere estar, dando su mirada de la realidad en la web, en las redes y en las tabletas.

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