Escenarios de barbarie humana

Me impactó dolorosamente la lectura de Tríptico de la infamia, la novela de Pablo Montoya. Tríptico que agrupa tres obras pictóricas que retrataron escenarios de barbarie del siglo XVI: barbarie de los conquistadores europeos en el continente americano en las ilustraciones que hizo Théodore De Bry para la traducción al alemán del libro de fray Bartolomé de Las Casas; barbarie de católicos contra hugonotes en París representada en La masacre de San Bartolomé de François Dubois y la que hubo en la Florida según dibujos de Jacques Le Moyne que reprodujo De Bry en La masacre del Fuerte Carolina.

Me impactaron las descripciones minuciosas que hace Montoya de los tres testimonios aterradores de violencia. Matanzas de las que no escapaban las mujeres ni los niños. Imágenes atiborradas de cuerpos mutilados y descuartizados. Patíbulos. Torturas. Soldados que disparan arcabuces. Víctimas que aparecen siempre inermes. Cadáveres sin nombre llevados a la fosa común o lanzados al río.

¿Escenarios de barbarie del siglo XVI? Fueron los que identificó el autor de la novela, que también comentó que nuestro tiempo “es más pavoroso que el suyo” (p. 261).

Es lo que pensaba mientras leía sus macabras descripciones y en mi imaginación se agolpaban, además, bombardeos atómicos, campos de concentración, traqueteo de ametralladoras, feminicidios y violaciones, campos minados, desplazamientos forzados, la violencia en todas sus manifestaciones.

Y sentí vergüenza al constatar los crímenes en nombre de la intransigencia y el fanatismo de todos los siglos, el dolor de las víctimas de la codicia y la brutalidad, la crueldad despiadada que ha ensangrentado muchas páginas de la historia y las sigue ensangrentando.

Isabel Corpas de Posada

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