Iglesia ecuatoriana lanza alerta por “tensión social” en Cotopaxi tras protestas antimineras

  • El Episcopado llama al Gobierno y empresas involucradas a resolver el conflicto como lo establece la Constitución y las leyes
  • El presidente de la Repam pide que no se imponga “la ambición de unos pocos por encima de la voluntad de una mayoría”

Grupos antiminería mantienen protestas en las parroquias Palo Quemado y Las Pampas, ubicadas en el cantón Sigchos, en la provincia Cotopaxi, región central de Ecuador, contra lo que consideran la imposición de un proyecto minero de la compañía canadiense Ático.



En las últimas horas, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) denunció que uno de sus integrantes, Mesías Robayo, resultó gravemente herido tras recibir disparos con perdigones por parte de la Policía.

Por ello, la Conferencia de obispos de Ecuador ha pedido a las autoridades como a las empresas involucradas “resuelvan estos conflictos de acuerdo con la normativa que establece la Constitución y la Ley defendiendo, por encima de cualquier interés, los derechos de los pueblos y de la naturaleza”.

Aún cuando los recursos naturales son una fuente necesaria de financiamiento del Estado, los prelados advierten sobre los graves daños medioambientales del extractivismo, por ello, “la legislación establece algunos criterios jurídicos, como la consulta previa a la población, indicando los perjuicios y beneficios que puedan darse”.

Recordaron que la exhortación Laudate deum del papa Francisco destaca que la vida de los seres humanos y la naturaleza “está por encima de los bienes de capital”; toda vez que han invitado al Gobierno y a las comunidades afectadas a entablar diálogos “en un clima de respeto y realismo”.

Respetar la vida

También Rafael Cob García, presidente de la Red Eclesial Panamazónica (Repam) llamó al orden para “respetar la vida y derechos de los habitantes de Palo Quemado y las Pampas” frente a la crisis de orden público y represión con “la llegada de personal armado y militares”.

Lamentó que frente a la actual crisis social y económica del país, el Gobierno sume acciones contraproducentes, que “antes de ayudar han agravado la situación de las regiones más desprotegidas”.

“Hemos escuchado los gritos de la gente herida por la violencia y enfrentamientos que se han generado entre los que están, una gran mayoría contra la minería que allí se quiere explotar defendiendo su tierra y el grupo minoritario que está a favor de la minería suponemos que intereses personales por encima de del interés común”, señaló.

El prelado pide que “no se imponga por la fuerza la ambición de unos pocos por encima de la voluntad de una mayoría, que se siente perjudicada por el proyecto minero que quieren realizar a toda costa en ese lugar, violentando las normas y leyes vigentes. Pedimos que las decisiones sigan siempre por caminos de diálogo, escucha y transparencia”.

Foto: Wambra medio

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