Roberto Listro: “Tuve el honor de ser uno de los buzos que llevan la Cruz debajo del mar”

A 20 años de esta primera experiencia pastoral y espiritual, se pedirá por el cuidado de la creación y por todas las situaciones de vulnerabilidad de la naturaleza

Este año se cumplen 20 años de la primera edición del Vía Crucis Submarino de Puerto Madryn, ciudad de extensas playas de la Patagonia argentina, también conocida por la fauna local que se enriquece cada año con las ballenas que van a construir hogar acuático para parir.



El vía Crucis tendrá lugar el viernes 29 de marzo. La procesión terrestre saldrá del templo de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús donde se recordará la última cena del Señor, siguiendo la cronología de la Pasión del Señor (la oración en el Huerto de los Olivos, la oración de Getsemaní, y la estación del juicio con Pilatos). Luego comenzarán las estaciones tradicionales de Vía Crucis recorriendo las calles del centro urbano.

Luego, dará inicio la parte subacuática, momento en el que la Cruz ingresará iluminada por el muelle, será elevada y colocada en el mar para ser recibida por los buzos y sumergida. Las estaciones subacuáticas van a recordar el pedido de la cultura del cuidado, de la mujer, y de la creación en situaciones de vulnerabilidad. También realizarán una oración, en particular, por los conflictos y las guerras para que el Señor acerque su consuelo. Toda la actividad se realizará con la colaboración de los diferentes agentes pastorales de las parroquias de Puerto Madryn.

Uno de los primeros en sumergirse y acompañar con las meditaciones esta experiencia –tan religiosa como espiritual– fue el sacerdote argentino Juan Gabriel Arias, que actualmente es misionero en Mozambique.

“No es un buceo más”

Para conocer esta actividad que la Iglesia impulsa y acompaña, Vida Nueva le realizó una entrevista a Roberto Listro, uno de los buzos profesionales que se sumergen para esta fecha. Es guía de buceo y amante de la fotografía y la naturaleza. En el año 2015 se radicó en la ciudad de Puerto Madryn (Chubut), donde junto a la intención de mostrar las especies y los paisajes subacuáticos sintió la necesidad de fotografiar la fauna terrestre, y realizar pequeños cortometrajes, para mostrar la importancia de cuidar la naturaleza, ya que “no se cuida lo que no se conoce”. Registra su participación en varios concursos y poseedor de varios premios, tanto en fotografía como en cortometrajes.

Pregunta.- ¿Cuándo fue su primera zambullida para realizar el Vía Crucis Submarino? ¿Qué significa para un buceador y hacedor de fotografía submarina rezar bajo el agua? Cuéntenos su experiencia personal.

Respuesta.- Mi primera participación buceando en un Vía Crucis Submarino fue en el año 2015. Hacía solo tres días que me había mudado a Puerto Madryn, y fue en ese momento que mi amigo Mariano “Malevo” Medina –quien fue uno de los primeros buzos de Argentina, más tarde buzo profesional con muchos reconocimientos–, me llevó a bucear por primera vez.

A partir de ese momento hasta la fecha participé todos los años, sumando un total de ocho Vía Crucis debajo del agua. Desde el segundo año en adelante, tuve el honor de ser uno de los buzos que llevan la Cruz debajo del mar, sumando personalmente una emoción más desde lo personal.

Como buzo, y fotógrafo subacuático, poder realizar el Vía Crucis Submarino es algo muy especial. A pesar de que hacía muchos años que estaba en conocimiento de este particular Vía Crucis, el momento de ver llegar la Cruz por el muelle, al ingresar al agua y ver tanta gente peregrinando lo hace muy emocionante. En lo personal no es un buceo más, es un buceo muy especial en donde agradezco a Dios por estar ahí, cada vez que nos detenemos debajo del agua a rezar en las últimas tres estaciones.

P.- Como fotógrafo profesional ¿cómo comenzó a hacer fotografía subacuática?

R.- Hace muchos años que me gusta la fotografía. Con el tiempo realicé cursos de fotografía terrestre y fotografía subacuática. Cuando comenzó la pandemia, al no poder trabajar, agarré mi cámara y empecé a hacer fotos para pasar el tiempo. Primero dentro del departamento sin poder salir: hacía fotografías a la luna; fotografiaba utilizando una técnica de pintado con luz, en donde se utiliza una linterna para iluminar objetos en plena oscuridad.

Conectar con la naturaleza

Cuando tuvimos la oportunidad de salir, comencé a fotografiar aves y distintas especies de la fauna local, y continúe con la fotografía subacuática, con mucha más frecuencia que antes de la pandemia. Salir a hacer fotografía es una forma de conectarme con la naturaleza, disfrutar de la fauna, y prestar atención a esos pequeños detalles que generalmente pasamos por alto al observar un paisaje. Disfruto mucho buscar imágenes de especies libres, en su estado natural, sin interferir en su comportamiento. La fotografía es mi pequeño aporte para cuidar el medioambiente.

P.- ¿Qué cree Ud. que significa esta manera de peregrinación cuando la mayoría la observa desde la playa?

R.- Cada año se suma más gente a observar el Vía Crucis Submarino. La procesión comienza en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús y recorre las primeras ocho estaciones en distintos puntos de la ciudad hasta llegar al Muelle Comandante Luis Piedra Buena, con personas creyentes y habituadas a realizarlo desde la fe.

A partir de ahí, el recorrido sigue bajo el agua. Muchas personas lo siguen desde arriba del muelle, en donde pueden ver la Cruz iluminada debajo del mar junto a las linternas de todos los buzos, kayaquistas y los que hacen snorkeling, acompañando la peregrinación desde la superficie. Otros esperan la llegada de la Cruz en la costa. Seguramente, algunos se acercan por una curiosidad turística, pero la mayoría lo hacen desde la fe.

Desde el momento en que salimos del agua con la Cruz, hasta que termina la misa, siempre se acerca gente a agradecernos, y muchos de ellos nos dan la bendición. Creo que significa mucho para quienes van a observar este Vía Crucis.

Equilibrio perfecto

 P.- ¿Quiénes intervienen y acompañan en la organización y recorridos?

R.- Las organizaciones que intervienen son tres. La Iglesia Católica de Puerto Madryn junto al obispo Roberto Álvarez, la Municipalidad de Puerto Madryn y la Asociación de Operadoras de buceo. Los tres sacerdotes acompañan la procesión terrestre, y Ricardo “Pinino” Orri, la procesión submarina.

Quiero destacar que el primer Vía Crucis Submarino fue autorizado en ese momento por el obispo Jorge Bergoglio, quién hoy es el papa Francisco.

También participan en el apoyo logístico Prefectura Naval Argentina y Administración Portuaria entre otros.

P.- ¿Quiénes están invitados a realizar esta experiencia y cuáles son los requisitos para hacerla?

R.- Están todos invitados a realizar esta experiencia en la procesión terrestre. Para poder participar de la procesión submarina es necesario ser buzo certificado, contar con la certificación y experiencia en buceo nocturno, y anotarse por medio de las distintas Operadoras de buceo de Puerto Madryn. Quiero destacar que en 2023 fuimos 90 buzos en el agua.

P.- Déjenos un mensaje.  ¿Está más cerca de Dios admirando su Creación a través de la fotografía?  ¿Es contagioso?

R.- Soy muy creyente y creo que Dios está en todos lados. El hacer fotografía de fauna y subacuática me ha llevado a lugares que de otra manera no hubiese ido. Siempre que estoy buceando y fotografiando, veo lo maravilloso y el perfecto equilibrio que está en todo. Cada ser vivo, por más pequeño que sea, está cumpliendo una función, es muy importante cuidarlos.

Pienso que no es necesario ser un gran ecologista, simplemente hay que cuidar y no ensuciar, no dejar residuos en los lugares que transitamos. Esos residuos tarde o temprano van a perjudicar a otra especie, y ellos tienen el derecho y merecen vivir al igual que nosotros. Siempre que salgo a fotografiar agradezco a Dios por permitirme estar ahí y disfrutar de ese momento. Y sí, es contagioso.

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