Trabajar entre los últimos y trabajar juntos. Son los dos retos que lanzó el Papa esta mañana a los miembros de la Fundación Monseñor Camillo Faresin, que cumplen 20 años de trabajo siguiendo el camino marcado por el que fuera obispo de Guiratinga en Mato Grosso, y que se volcó para sacar adelante a los más pobres de Brasil. Bajo este prisma, esta plataforma eclesial hoy se ha extendido por otras partes del planeta y con unos programas que van desde la atención sanitaria hasta la promoción laboral.
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La bronquitis que arrastra Francisco le impidió leer el discurso y fue el sacerdote Filippo Ciampanelli quien valoró en su nombre la “tenacidad” y “amplitud de miras en el servicio al prójimo de esta entidad. ”¡Estar con los últimos, siempre!”, enfatizó Francisco, que invitó a la fundación a apostar “en vuestros proyectos” por “las realidades más pobres y despreciadas como lugares privilegiados en los que permanecer, y como ‘tierras prometidas’ hacia las que podéis poneros en camino y en las que ‘plantar vuestras tiendas’ para iniciar nuevas obras”.
Buscar sinergias
Para materializarlo, les indicó la necesidad de trabajar “desde dentro, sobre el terreno”, compartiendo la vida con los olvidados. “Sólo así, de hecho, podemos sentir ‘el pulso’ de las necesidades reales de nuestros hermanos y hermanas que el Señor pone en nuestro camino”, recuerda en su mensaje Jorge Mario Bergoglio. En este sentido, remarcó la necesidad de “buscar siempre sinergias” con otras realidades y asociaciones religiosas.
Francisco sumó otros ingredientes imprescindibles: “Los recursos más importantes para las obras del Señor no son las cosas, sino nosotros, sabiamente colocados cerca unos de otros porque compartimos lo que somos: nuestra pasión, nuestra creatividad, nuestras habilidades y experiencia, pero también nuestras debilidades y fragilidades”. “De esta paciente puesta en común, apreciando la contribución de cada uno, nacen frutos de gran dinamismo y concreción, como lo atestigua la historia pasada y presente de vuestra Fundación”, remarcó el Papa.
