El cardenal Seán O’Malley inaugura en Panamá una Oficina de Escucha para víctimas de abuso

  • El purpurado visitó el país en calidad de presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores
  • El centro forma parte del proyecto ‘Memorare’ para prevenir los abusos a menores y personas vulnerables

III Congreso. Vulnerabilidad y abuso

El cardenal Seán O’Malley, presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, inauguró una Oficina de Escucha para víctimas de abuso en la Arquidiócesis de Panamá; esto en el marco del III Congreso Latinoamericano sobre ‘Vulnerabilidad y Abuso: Hacia una mirada más amplia de la prevención’, que tiene lugar en la ciudad de Panamá, del 12 al 14 de marzo.



El cardenal estadounidense explicó que la Oficina de Escucha forma parte del proyecto ‘Memorare’, que “es una serie de medidas adoptadas por diversas conferencias episcopales y conferencias de religiosas y religiosos de América Latina, en colaboración con la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, para prevenir los abusos a menores y personas vulnerables”.

En este contexto, O’Malley recordó que la Comisión que dirige tiene su papel actual desde el 29 de abril de 2022, en relación con la aplicación de su Motu Proprio ‘Vos estis lux mundi’, que detalla los procedimientos para tratar los casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia.

El Papa hizo hincapié en la importancia de ayudar a las Conferencias Episcopales a establecer centros para el apoyo y la curación de las víctimas de abusos y sus familias, asegurando que reciban una respuesta compasiva de acceso y a la justicia”, dijo O’Malley.

Añadió que, al integrar la Comisión en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, mediante la Constitución Apostólica ‘Praedicate Evangelium’, se dio una nueva fase en la función protectora de la Iglesia.

Apoyo en las misiones de salvaguardia

Por su parte, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, señaló que la apertura de esta Oficina de Escucha es un hecho histórico, que ha sido gracias al apoyo de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor (CEPROME), y de la Universidad Católica Santa María la Antigua, lugar donde está ubicada.

Explicó que la oficina “es una acción complementaria a la creación de la Comisión de Pastoral de Cuidado y Prevención de la Arquidiócesis de Panamá, que se convierte en un canal de comunicación abierto y seguro para la escucha de los fieles, para ocuparnos de las denuncias e iniciar los procesos y protocolos de actuación que ya se han establecido desde la Conferencia Episcopal Panameña”.

El compromiso del Papa con las víctimas

Por otro lado, en el marco de la inauguración del Congreso, organizado por la Pontificia Comisión para la Protección de Menores de la Santa Sede, el CEPROME, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y la Arquidiócesis de Panamá, el cardenal O’Malley resaltó que muestra del compromiso para la prevención de abusos de las conferencias episcopales y las Iglesias particulares es la participación en el evento de 400 personas de 21 países de América, el Caribe y Europa.

En declaraciones posteriores ante medios de comunicación de la Arquidiócesis de Panamá, O’Malley dijo que ha aprendido mucho sobre todo de las propias víctimas, por lo que hizo énfasis en la responsabilidad del obispo de escuchar el sufrimiento de las víctimas de abuso, y resaltó el compromiso del Papa de reunirse con las víctimas de abuso y escucharlas.

En ese sentido dijo que los centros de escucha son un testimonio y parte de la misión y forma en que la Iglesia puede evangelizar y ayudar a la comunidad y a la sociedad, así como a las Iglesias locales para realizar una estrategia y compromiso serio.

Conciencia de la gravedad y las consecuencias de los abusos

En el primer día del congreso, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, destacó que la presencia de los participantes “manifiesta ese compromiso de devolverle el verdadero rostro de Nuestro Señor Jesucristo en su Iglesia, que los actos -de muy pocos- han querido desfigurar ante el mundo… A todos nos duele porque han afectado la vida de los pequeños, los más débiles, los más vulnerables”.

Por su parte, la directora de CEPROME Latinoamérica, María Inés Frank, detalló que este año se han planteado ir “más allá de los abusos sexuales” y trabajar en otros tipos de violencias como son el abuso de autoridad, de poder, de conciencia y abuso espiritual, que ocurren no solo con los niños, niñas y adolescentes, sino también con los adultos mayores que se encuentran en una posición de vulnerabilidad en la sociedad y dentro de la Iglesia.

Posteriormente, ante medios arquidiocesanos abundó que hace falta una conciencia cada vez mayor en las instituciones y en las personas sobre de la gravedad y las consecuencias que pueden producir los abusos, “también una conciencia mayor de los derechos humanos que tienen que ser respetados porque tiene que ser respetada nuestra dignidad”.

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