El cardenal Lacunza, tras su desaparición: “Fue una trastada”

El prelado pidió perdón y agradeció las atenciones recibidas en estos días al final de la misa en la catedral de San José de David

“¡Fue una trastada!”. Así bromeaba el cardenal José Luis cardenal Lacunza tras su desaparición la semana pasada. El misionero agustino recoleto español se le perdió la pista la tarde del 30 de enero una vez que salió de su residencia en el Obispado de David, la capital de la provincia panameña de Chiriquí. Encontrado dos días después con cierta desorientación ha hablado públicamente este domingo al final de la misa que presidió en la catedral de San José en su diócesis de David.



Acción de gracias

“Antes de terminar quiero ofrecerles mis disculpas y pedirles perdón por el disgusto que les causé los días pasados, sé que pasaron un mal rato, algunas derramaron abundantes lágrimas, no me las merezco, les digo sinceramente, pero las agradezco y agradezco sobre todo sus oraciones, fue una trastada, estúpida, que no las hice cuando tenía 15 años y la he hecho ahora cuando voy a cumplir 80”, comentó en tono distendido el purpurado.

Ante la reacción por su desaparición quiso quitar hierro al asunto y siguió de forma desenfadada: “¡Qué Barbaridad! Cuanto más viejo más pendejo. Les doy las gracias por todo el cariño y por toda la oración que han dedicado, les pido mis perdones y les agradezco de corazón toda su preocupación”, destacó el cardenal que pasó más de 50 horas en paradero desconocido hasta ser encontrado en el distrito de Boquete. Lacunza presentó su renuncia –aún no aceptada por el Papa– como obispo de David al cumplir los 75 años en febrero de 2019.

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