Los curas villeros y su preocupación por la situación social del país

Reclamaron la presencia del Estado para atender a los sectores más vulnerables y recuperar el diálogo social para encontrar soluciones

Los sacerdotes que trabajan en las villas y barrios populares se manifestaron a través de un documento titulado: “Levantarnos con esperanza”, en el que expresaron su preocupación por la situación social que se vive en el país.



Fieles a las palabras del papa Francisco que expresó que “Estamos todos en el mismo barco”, enumeraron los principales problemas (algunos advertidos durante la campaña) que impactan en las comunidades:  aumento desmedido de precios, creciente desempleo y la precarización laboral, “la droga que sigue atrapando a muchos pibes”, la falta de un Estado presente para cuidar a los más débiles.

Estar a la altura

Comentaron que, para estar a la altura de lo que necesitan los vecinos, están abriendo varios comedores de emergencia que se suman a los ya existentes, porque a muchos les es muy difícil el acceso al pan de cada día. A esta emergencia alimentaria, sumaron otras inquietudes: los precios de los medicamentos, los alquileres precarios, las garrafas, los salarios e ingresos magros. Aseveraron que “Hace falta una fuerte política alimentaria y habitacional en estos tiempos…”, sobre todo por la cantidad de menores que allí viven.

Pidieron que se consoliden y profundicen las políticas de integración socio-urbana de los más de 5.000 barrios populares del país, y que se ejecuten las obras necesarias.

Los curas villeros reclamaron que la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación (SEDRONAR) ayude a poner de pie a tantos que, por la exclusión, “se les rompió la vida y el tejido social”.

Con respecto a la inseguridad, repudiaron que la principal respuesta, frente a los hechos delictivos de muchos adolescentes, sea la baja de edad en la imputabilidad. “Es preocupante el fácil acceso a las armas en nuestros barrios, así como también la falta de vacantes en escuelas de sectores vulnerables y la falta de capacidad que tenemos como sociedad para contener a los jóvenes en las escuelas”, sostuvieron.

Búsqueda del bien común

Los sacerdotes que atienden pastoralmente los barrios carenciados dijeron que caminan al lado del pueblo y palpitan, de distintas maneras y con diferentes grupos y sectores, sus preocupaciones y descontentos. Ellos siguen acompañando y aportando a la organización de las comunidades.

Ellos se mostraron abiertos a dialogar con quien sea para juntos buscar el bien común, “siempre en el marco de nuestra tradición democrática, sin perder nunca la esperanza y la crítica sensata, sincera y responsable”. Por eso, pidieron recuperar la voluntad de diálogo para encontrar caminos de soluciones.

Creen que muchísimos dirigentes, de diversos ámbitos, permanecen lejos de lo que le pasa a la gente de a pie.

Si bien estos problemas llevan años de antigüedad, estiman que “sólo se pueden mejorar con políticas de estado que busquen justicia, paz y concordia, en un clima de unidad y sensibilidad hacia los que quedan afuera en la mesa de la vida. Esto no se construye de un día para el otro”.

Finalmente, pidieron a la Virgen de Luján, Madre del pueblo argentino, que ofrezca las fuerzas para ayudar a levantar a la Patria.

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