Desde hoy y hasta el este domingo 10 de diciembre, Abidjan acoge el primer Congreso Africano de Educación Católica, promovido, entre otras, por la Fundación Religión y Sociedad. El Papa Francisco ha querido hacerse presente en esta cumbre inédita que se celebra en Costa de Marfil a través de un mensaje firmado por el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin. En el documento, el pontífice valora el esfuerzo realizado por esta plataforma para poner en marcha un Pacto Educativo Africano, que responde a la llamada papal a conformar un Pacto Educativo Global.
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A partir de ahí, Francisco denuncia cómo el sistema educativo se ha vuelto “demasiado selectito y elitista” buscando formar “la inteligencia y no a la persona en su totalidad”. Por ello, aprecia que el Pacto Educativo Africano apueste por “una formación renovada, más abierta e inclusiva, creando entre los jóvenes una hermosa armonía entre pensamiento y acción”.
Estilo de enseñanza
A la vez, el Papa reivindica la identidad de la educación católica desde la “coherencia” y “adoptando un estilo de enseñanza que promueva el crecimiento humano y espiritual de los estudiantes”. Por ello, anima a los educadores cristianos a “preparar a los jóvenes no para el espíritu de competir, que lleva al egoísmo, sino para el espíritu de comunidad y solidaridad”.
Con esta premisa, el Sucesor de Pedro dibuja así el perfil de las nuevas generaciones que han de salir de las aulas de la Iglesia: “Que sean capaces de tomar decisiones positivas y constructivas, de ser responsables de las decisiones del mañana, comprometidos en la construcción de una sociedad cada vez más fraterna, al servicio de todos, en el respeto del bien común”.
Aterrizándolo a la realidad del continente negro, Francisco asevera que “una educación de calidad es un signo de esperanza y una base sólida para la coexistencia pacífica que África necesita hoy”.
