Manos Unidas: 735 millones de personas pasan hambre, un “fracaso para la humanidad”

La ONGD de la Iglesia reivindica sus objetivos con motivo del Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre) y Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (17 de octubre)

Manos Unidas nació hace más de 63 años para declarar la guerra al hambre, un objetivo que está hoy más vivió que nunca ya que según el último informe ‘El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI)’, 735 millones de personas padecen hambre. Una cifra que representa un incremento de 122 millones de personas en comparación con 2019, antes de la pandemia.



La ONU estima que cada 9 segundos muere una persona de hambre en el mundo a pesar de que se desperdician toneladas de comida en todo el mundo. Por eso, para la entidad esto supone un “fracaso para la humanidad” porque las previsiones van en aumento. El SOFI también recoge que “50 millones de personas se enfrentarán, este año, al hambre extrema, y se prevé que otros 19 millones sufran desnutrición crónica en 2023. La inflación nacional de los alimentos en más de 60 países sería del 15 % o más, y cerca del 60 % de los países de ingresos bajos se encuentran en situación de endeudamiento grave o en alto riesgo de padecerlo”.

Estructuras de desigualdad

Por ello Manos Unidas reivindica sus objetivos con motivo del Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre) y Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (17 de octubre) apostando por el fortalecimiento de la agricultura familiar sostenible, la defensa de los derechos humanos y el cambio de estilos de vida y consumo para luchar contra el hambre y la pobreza.

Fidèle Podga, coordinador del departamento de Estudios de Manos Unidas, explica que “desde hace décadas, sabemos que el sufrimiento de tantas personas no se debe a la escasez de recursos ni a causas naturales, sino a estructuras injustas y relaciones que están basadas en la desigualdad”.

“La inequidad en el acceso a los bienes, el consumismo de los más ricos, los intercambios comerciales injustos, las consecuencias del cambio climático, el acaparamiento de tierras con fines extractivos y agroindustriales, la especulación con el precio de los alimentos, un sistema alimentario que no está diseñado para satisfacer las necesidades de la gente, las guerras y conflictos interesados y, en definitiva, la explotación de unas personas por otras y de unos países por otros” son los factores que identifica Podga. Por ello Manos Unidas ha destinado en los últimos cinco años casi 48 millones de euros a 525 proyectos de Alimentación y Medios de vida en Asia, América Latina y África para difundir la “justicia climática”.

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