La encrucijada del Vaticano: un déficit de 60 millones o cerrar 43 de los 53 departamentos de la Curia

El prefecto de Economía, Maximino Caballero, reflexiona sobre las dificultades para salir de los números rojos al primar la misión de la Iglesia antes que buscar beneficios a toda costa

La cúpula de San Pedro, con la luna llena al fondo

La Santa Sede siempre ha tenido un déficit estructural de entre 50 y 60 millones de euros al año. Si tuviéramos que cubrir este déficit sólo recortando gastos, tendríamos que cerrar 43 de las 53 entidades que pertenecen a la Curia Romana, y esto no es posible”. Es el sincero diagnóstico que realiza el prefecto de Economía, el español Maximino Caballero, al radiografiar la hucha del Vaticano.



Así lo expresó anoche en un coloquio organizado por la agencia italiana de noticias ANSA, en el marco del encuentro ‘La nueva organización económico-financiera del Estado de la Ciudad del Vaticano’, dentro del foro “Pn Trading Places” sobre cultura financiera de la Universidad de Udine y del Municipio de Pordenone.

Tres años en Roma

Se trata de la primera vez que habla tan abiertamente de la situación financiera del Vaticano. Al menos, en una comparecencia pública cuando no se cumple un año de que se pusiera al frente de la cuentas de la Santa Sede y tres años después de que desembarca en Roma como un fichaje más que prometedor del jesuita Juan Antonio Guerrero que tuvo que abandonar su cargo como ‘ministro’ de Economía por motivos de salud.

Teniendo en cuenta los números rojos en los que se encuentra el Vaticano, Caballero expresó su empeño de “trabajar mucho para aumentar los ingresos”. En este sentido, compartió las dificultades que, como economista se encuentra, teniendo en cuenta que la Santa Sede no se rige por la máxima de la búsqueda de las rentabilidad de sus actividades. “La misión de la Iglesia que es evidentemente deficiente”, expuso el prefecto español. “Lo primero que te dicen al llegar es ‘la Santa Sede no es una empresa’. Por eso todas las decisiones económicas deben considerar este aspecto”, explicó a los asistentes en el coloco.

Es más, aseguró que “desde el punto de vista económico sería muy fácil resolver todos los problemas”, en tanto que “la Santa Sede es una pequeña realidad económica, cualquiera que tenga responsabilidad en una empresa sabe perfectamente cómo resolver los problemas económicos de la Santa Sede”. Sin embargo, insistió en que las coordenadas que marca esa misión eclesial y los principios de la Doctrina Social.

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