Pietro Parolin, una gira africana para sembrar la paz y la reconciliación

El secretario de Estado ha ordenado el primer nuncio de origen angolano y ha visitado las zonas más afectadas por diferentes catástrofes en Sudán del Sur

Durante este mes de agosto, el cardenal Secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, está visitando algunos países africanos. El pasado 12 de agosto presidió la ordenación episcopal de Germano Penemote, de origen angolano y nombrado por el papa Francisco el 16 de junio como nuncio apostólico en Pakistán. En Luanda, la capital de país fue recibido por los representantes de la Iglesia y del Gobierno



Signo de reconciliación

Parolin además de presidir la ordenación en Ondjiva, en el interior del país participó en una oración en la catedral de Luanda y a los medios de comunicación locales no cerró la puerta a una posible visita de Francisco. “Yo no soy profeta, pero creo que el Papa está muy interesado en un posible viaje y ya había dicho que quería estar aquí en un próximo viaje a África. Creo que desea de todo corazón poder venir aquí”, señaló a la prensa.

Para ser un pacificador creíble, para llevar la reconciliación que Dios ofrece, para ser embajador del bien, es necesario ante todo amar al Amor y amar al prójimo como Cristo amó hasta la cruz” fue el consejo que Parolin dio al nuevo nuncio Penemote. El cardenal señaló que los nuncios son signo de la profunda y definitiva reconciliación entre Dios y el hombre, entre el Creador y la creación, entre la aspiración a la verdad, la justicia y la felicidad inscrita en el fondo de cada persona y la agitada historia de la humanidad, con sus conquistas y tragedias, que sólo encuentra su plena redención y realización en la revelación de Cristo Señor”. El 13 de agosto rezó en la comunidad de San Pablo en la archidiócesis de Luanda, iglesia que visitó Benedicto XVI.

Semillas de esperanza

Ya el lunes 14 de agosto llegó a Sudán del Sur para mostrar su solidaridad con la diócesis de Malakal y de Rumbek. Hasta el 17 de agosto todos sus encuentros están concentrados a reforzar el proceso de paz que vive el país. “Todos nosotros estamos familiarizados con la situación en Malakal: la cuestión de los desastres naturales, las inundaciones y muchas otras cosas, junto con los desastres provocados por el hombre” señaló Parolin al llegar a esta región.

En Malakal celebró misa en la catedral en el día de la Ascensión. “María Asunta al cielo es signo de consuelo y esperanza, y debemos mirarla mientras somos peregrinos en la tierra, mientras experimentamos la acción del mal, como la guerra actual en Ucrania, en Sudán y en tantas otras partes de África, así como el mal de la guerra civil que sufre Sudán del Sur, un país que aún lucha por curarse de sus heridas”, señaló en su homilía.

Aquí han sufrido y experimentado en primera persona conflictos, tensiones, hambre, inseguridad, inundaciones, luchas étnicas, luchas de poder y juegos políticos. ¿Hasta cuándo, Señor, tendremos que sufrir todos estos males? ¿Cuándo volverán la paz y la serenidad a nuestras comunidades? Los gritos de madres, abuelas e inocentes rasgan los cielos. ¿Hasta cuándo, Señor?”, reclamó el cardenal. Recordando a los desplazados en Juba reiteró la invitación del Papa a ser “semilla de un nuevo Sudán del Sur, semilla para el crecimiento fecundo y floreciente de este país y no responder al mal con más mal, a elegir la fraternidad y el perdón, a cultivar un mañana mejor, a cooperar e iniciar caminos de reconciliación, con cualquiera que, aunque diferente por etnia y origen, sigue siendo un vecino. En la catedral de Santa Teresa de Juba, Parolin se reunió con el Consejo de Iglesias de Sudán del Sur, organismo que reúne a representantes católicos, presbiterianos, pentecostales y episcopales.

Parolin también se reunió con varios funcionarios del Gobierno, además de visitar un centro de acogida para refugiados que regresan de Sudán. El miércoles 16, celebró la misa en la residencia episcopal de Malakal, visitará la escuela y el seminario menor San Carlos Lwanga y tuvo una reunión con las comunidades de jefes tradicionales del Alto Nilo. También visitó a la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Sudán del Sur así como al clero del país. El viaje se cierra este jueves con una visita a Rumbek, donde celebrará una misa por la paz y la reconciliación.

Noticias relacionadas
Compartir