Obispos de México piden a todas las denominaciones cristianas trabajar unidas por la paz y la justicia

En la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el arzobispo Rogelio Cabrera aseguró que si se quiere estar unidos, se debe hacer la justicia y el bien, dos cosas estrechamente relacionadas

manos unidas

Este 18 de enero inició la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que celebran los católicos a nivel mundial, y que concluirá el día 25 del mismo mes; en México el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, habló de la importancia de unirse en oración al octavario sugerido, e hizo un llamado a trabajar por el bien y la justicia.



“En esta ocasión el lema está tomado del libro del profeta Isaías: ‘haz la justicia y haz el bien’; dos grandes valores que nos ayudan a vivir unidos como cristianos; seguimos la pauta del evangelio, tenemos como criterio de nuestra fe el Credo apostólico, pero también sabemos que más allá de las cuestiones doctrinales siempre debemos buscar caminar a la unidad; sin embargo, hoy tenemos desafíos sociales que atender y que pueden ayudarnos a permanecer unidos”, explicó Cabrera.

El arzobispo Cabrera detalló que hay dos cosas importantes en la sociedad: que se haga el bien y se practique la justicia; “en medio de la confusión moral y ética es necesario que los que creemos en Cristo sepamos dónde está el bien y el mal; el bien hay que quererlo, vivirlo y practicarlo; de dónde sabemos que algo es bueno, si sometemos nuestras acciones y pensamientos a la palabra del Señor, a los diez mandamientos, que son el criterio del bien; si obedeces esa palabra del Señor, puedes estar seguro de que estás actuando correctamente”.

Violencia, racismo y desprecio

Con relación a la justicia, detalló que ésta deriva del bien: “si eres bueno, serás justo, pero la justicia es aprender a darle a cada uno lo que corresponde, a respetar a la persona, a respetar a Dios; justicia con el Señor, a Dios le debemos el honor, la gloria y el culto divino, a los seres humanos el respeto a su propia dignidad”.

En ese sentido, dijo que cualquier acto de racismo, violencia o de daño a un ser humano es contrario a la justicia; “solo es justo el que trata bien a Dios y a su prójimo; el prójimo hoy como nunca está amenazado por múltiples situaciones, porque hemos oído que en muchos lugares no se respeta la dignidad humana, que hay violencia, racismo y desprecio, inclusive la pobreza extrema que no es justa”.

Por lo anterior, consideró que “si queremos estar unidos como cristianos, como discípulos de Jesús, debemos hacer la justicia y hacer el bien, dos cosas estrechamente relacionadas que no se pueden separar; donde hay bien hay justicia; donde hay justicia se deriva el bien; Dios nos una en la misma fe que nos una también en la vida cristiana“.

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