Nuevamente los obispos católicos rusos han criticado las decisiones del gobierno de Vladimir Putinde seguir con su ofensiva contra Ucrania. Una situación que, denuncian en un comunicado conjunto firmado por Paolo Pezzi, arzobispo de Moscú, “ha degenerado en un conflicto militar a gran escala que ya se ha cobrado miles de víctimas, ha socavado la confianza y la unidad entre países y pueblos y amenaza la existencia de todo el mundo”.
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El camino del diálogo
La Conferencia Episcopal Rusa revindica la Doctrina Social de la Iglesia para la que “la guerra nunca ha sido ni será un medio para resolver los problemas entre las naciones”. Los obispos recuerdan a sus fieles que la constitución rusa protege a quienes repudian el uso de las armas por razones de conciencia y que la imposibilidad de emprender un camino diferente, destinado a evitar nuevos derramamientos de sangre, hace que los obispos piden tener presentes las palabras del papa Francisco: “No nos acostumbremos a la guerra, no nos resignemos a su inevitabilidad. Acudamos en ayuda de los que sufren, e insistamos en que intentemos realmente alcanzar la paz […] La única salida es la paz y la única forma de conseguirla es el diálogo”.
Los obispos reiteran que solo apoyan una acción militar que tanga “como objetivo poner fin al conflicto lo antes posible y evitar la multiplicación de las víctimas”, señalan en el comunicado recogido por la Agencia Fides. Por ello apelan a la conciencia de los católicos movilizados por el ejército de Putin y piden que se posibilite una auténtica objeción de conciencia al uso de armas, algo que no se está cumpliendo en estos momentos en los que incluso están siendo movilizados diferentes sacerdotes.
