Los obispos flamencos bendecirán las uniones homosexuales pese al ‘no’ del Vaticano

Pareja homosexualidad

Con un documento titulado ‘Estar cerca de los homosexuales desde el punto de vista pastoral. Por una Iglesia acogedora que no excluya a nadie’, los obispos flamencos se desmarcan del resto de la Iglesia y bendecirán uniones de parejas homosexuales. El texto, distribuido por la Conferencia Episcopal Belga –por lo que se presupone que apoyado también–, incluye hasta una liturgia para estas celebraciones, en la que “debe quedar clara la diferencia con lo que se entiende por matrimonio sacramental”.



No, no es el Camino Sinodal Alemán, sino los obispos flamencos que quieren “anclar su compromiso pastoral con las personas homosexuales sobre una base estructural”. Por ello, el Servicio Interdiocesano para la Pastoral Familiar contará con una persona encargada de las personas homosexuales, anunciando ya su nombre: el laico Willy Bombeek. Además, cada diócesis nombrará a un responsable.

Doctrina de la Fe se negó

¿La Iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo? No. Así respondía la Congregación para la Doctrina de la Fe en un ‘Responsum ad dubium’, que llevaba el cuño del cardenal prefecto, Luis F. Ladaria, y su secretario, Giacomo Morandi, y justificaba su respuesta en una nota explicativa bendecida por el papa Francisco y firmada, justamente, el 22 de febrero de 2021, festividad de la Cátedra de San Pedro.

Para Doctrina de la Fe, “entre las acciones litúrgicas de la Iglesia revisten una singular importancia los sacramentales. Para ser coherentes con la naturaleza de los sacramentales, cuando se invoca una bendición sobre algunas relaciones humanas se necesita –más allá de la recta intención de aquellos que participan– que aquello que se bendice esté objetiva y positivamente ordenado a recibir y expresar la gracia, en función de los designios de Dios inscritos en la Creación y revelados plenamente por Cristo Señor”.

Por tanto, “son compatibles con la esencia de la bendición impartida por la Iglesia solo aquellas realidades que están de por sí ordenadas a servir a estos designios”. Es decir, “no es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio”.

Asimismo, recordaban que “Dios mismo no deja de bendecir a cada uno de sus hijos peregrinos en este mundo. Pero no bendice ni puede bendecir el pecado: bendice al hombre pecador, para que se reconozca como parte de su designio de amor y se deje cambiar por Él”. Por estos motivos, “la Iglesia no dispone, ni puede disponer, del poder para bendecir uniones de personas del mismo sexo”.

Adelante pese a todo

Pese a este ‘no’ del Vaticano, los obispos flamencos irán adelante con su propuesta, pues se sienten “respaldados” por la exhortación postinodal ‘Amoris laetitia’ del papa Francisco. De hecho, parafrasean el texto del Pontífice: “Todo ser humano, independientemente de su orientación sexual, debe ser respetado en su dignidad y tratado con respeto (AL 250)”.

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