Las 9 claves del mensaje del Papa para la Jornada Mundial de los Pobres 2021

  • El Vaticano ha hecho público hoy el texto de Francisco titulado ‘A los pobres los tienen siempre con ustedes’
  • “Quienes no reconocen a los pobres traicionan la enseñanza de Jesús y no pueden ser sus discípulos”

“No podemos esperar a que llamen a nuestra puerta, es urgente que vayamos nosotros a encontrarlos en sus casas, en los hospitales y en las residencias asistenciales, en las calles y en los rincones oscuros donde a veces se esconden, en los centros de refugio y acogida… Es importante entender cómo se sienten, qué perciben y qué deseos tienen en el corazón”. Así se expresa el papa Francisco en su Mensaje con motivo de la V Jornada Mundial de los Pobres, que este año se celebrará el 14 de noviembre.



Con el deseo de que este día arraigue cada vez más en las Iglesias locales, el Pontífice ha hecho público hoy su texto. “Los pobres están entre nosotros. Qué evangélico sería si pudiéramos decir con toda verdad: también nosotros somos pobres, porque solo así lograremos reconocerlos realmente y hacerlos parte de nuestra vida e instrumentos de salvación”, afirma. Vida Nueva repasa las 9 claves del mensaje que lleva por título ‘A los pobres los tienen siempre con ustedes’ (Mc 14,7).

1. Traicionar a Jesús

“Quienes no reconocen a los pobres traicionan la enseñanza de Jesús y no pueden ser sus discípulos”, afirma el Papa al comienzo de su mensaje explicando el título de su Mensaje recogido del Evangelio según san Mateo.

2. Los pobres, esos evangelizadores

“Toda la obra de Jesús afirma que la pobreza no es fruto de la fatalidad, sino un signo concreto de su presencia entre nosotros. No lo encontramos cuando y donde quisiéramos, sino que lo reconocemos en la vida de los pobres, en su sufrimiento e indigencia, en las condiciones a veces inhumanas en las que se ven obligados a vivir. Los pobres de cualquier condición y de cualquier latitud nos evangelizan, porque nos permiten redescubrir de manera siempre nueva los rasgos más genuinos del rostro del Padre”, afirma el Pontífice.

3. Damián de Molokai como ejemplo

“Una obra de beneficencia presupone un benefactor y un beneficiado, mientras que el compartir genera fraternidad. La limosna es ocasional, mientras que el compartir es duradero. La primera corre el riesgo de gratificar a quien la realiza y humillar a quien la recibe; el segundo refuerza la solidaridad y sienta las bases necesarias para alcanzar la justicia. Los creyentes, cuando quieren ver y palpar a Jesús en persona, saben a dónde dirigirse, los pobres son sacramento de Cristo”, afirma poniendo como ejemplo a Damián de Molokai.

4. Un cambio de mentalidad

“A menudo los pobres son considerados como personas separadas, como una categoría que requiere un particular servicio caritativo. Seguir a Jesús implica, en este sentido, un cambio de mentalidad, es decir, acoger el reto de compartir y participar. Convertirnos en sus discípulos implica la opción de no acumular tesoros en la tierra, que dan la ilusión de una seguridad en realidad frágil y efímera”, señala Jorge Mario Bergoglio.

5. La pandemia de la pobreza

“Los pobres han aumentado desproporcionadamente y, por desgracia, seguirán aumentando en los próximos meses. Algunos países, a causa de la pandemia, están sufriendo gravísimas consecuencias, de modo que las personas más vulnerables están privadas de los bienes de primera necesidad. Las largas filas frente a los comedores para los pobres son el signo tangible de este deterioro. Una mirada atenta exige que se encuentren las soluciones más adecuadas para combatir el virus a nivel mundial, sin apuntar a intereses partidistas”, destaca.

6. Las pobrezas de los ricos

“Hay muchas pobrezas de los ‘ricos’ que podrían ser curadas por la riqueza de los ‘pobres’, ¡si solo se encontraran y se conocieran! Ninguno es tan pobre que no pueda dar algo de sí mismo en la reciprocidad. Los pobres no pueden ser solo los que reciben; hay que ponerlos en condiciones de poder dar, porque saben bien cómo corresponder. Es cierto, son personas a las que les falta algo, frecuentemente les falta mucho e incluso lo necesario, pero no les falta todo, porque conservan la dignidad de hijos de Dios que nada ni nadie les puede quitar”, afirma.

7. La pobreza pone en jaque a la democracia

“Si se margina a los pobres, como si fueran los culpables de su condición, entonces el concepto mismo de democracia se pone en crisis y toda política social se vuelve un fracaso. Con gran humildad deberíamos confesar que en lo referente a los pobres somos a menudo incompetentes. Se habla de ellos en abstracto, nos detenemos en las estadísticas y se piensa en provocar conmoción con algún documental. La pobreza, por el contrario, debería suscitar una planificación creativa”, destaca el Papa.

8. Contra la cultura de la indiferencia

Para el Papa, luchar contra la pobreza no significa “tratar de aliviar nuestra conciencia dando alguna limosna, sino más bien de contrastar la cultura de la indiferencia y la injusticia con la que tratamos a los pobres”.

9. Nuevos signos del amor

“La ayuda inmediata para satisfacer las necesidades de los pobres no debe impedirnos ser previsores a la hora de poner en práctica nuevos signos del amor y de la caridad cristiana como respuesta a las nuevas formas de pobreza que experimenta la humanidad de hoy”, concluye el Pontífice.

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