Uno de los vicarios espicopales de zona de Madrid, el agustino Ángel Camino, ha compartido con los fieles de la Vicaría 8ª, la noroeste, la experiencia del fallecimiento de Teresina, una niña de 8 años que ha sufrido las consecuencias de un tumor cereblal y que es un fuerte testimonio de fe para quienes convivieron con ella. El vicario relata que participó en una eucaristía en la Jornada del enfermo en el Hospital de La Paz, el pasado 11 de febrero. Entonces conoció a Teresita y pudo intercambiar unas palabras con ella, internada en la UCI y a pocas horas de pasar por el quirófano para una intervención.
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“Ya soy misionera”
Así relata Camino su encuentro: “‘¿Me traes a Jesús, verdad?’, sí, le respondo, te traigo la fuerza del Espíritu Santo con la Unción”. La niña apuntó: “¿Sabes una cosa? Yo quiero mucho a Jesús”, a invitación de su madre la niña confesó al sacerdote: “Yo quiero ser misionera”; a lo que el vicario señaló: “Teresita, yo te constituyo ahora mismo misionera de la Iglesia, y esta tarde te traeré el documento que lo acredita y la cruz misionera”. Ante el anuncio, la niña relató que rezaba “para que muchos niños conozcan a Jesús”.
Esa misma tarde, continúa relatando el agustino en una carta dirigida a la vicaría a la que ha podido tener acceso Vida Nueva, fue al hospital y la familia y el personal se emocionó con el destalle. Teresita pidió a su madre que pusiera la cruz en un lugar visible para que la acompañara al quirófano mientras musitaba “Ya soy misionera”.
Intercediendo por los niños en misión
Tras este acontecimiento, detalla Camino, el delegado diocesano de misiones le confesó que “este testimonio ha dado la vuelta en todo el mundo misionero de España y ya han puesto a Teresita como una nueva protectora para los niños en misión”.
Finalmente, Teresita ha fallecido el pasado domingo, 7 de marzo. El propio arzobispo, el cardenal Carlos Osoro visitó a la familia en el tanatorio de El Escorial. El entierro ha sido este 8 de marzo con las preceptivas limitaciones de aforo.
