La Iglesia en México establece 5 desafíos emergentes a la luz de ‘Fratelli Tutti’

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) agradeció al papa Francisco su tercera encíclica ‘Fratelli Tutti’ (‘Hermanos Todos’), publicada el pasado 4 de octubre, y a la luz de dicho documento estableció cinco desafíos emergentes para nuestro país.



En conferencia de prensa virtual, Rogelio Cabrera López y Alfonso G. Miranda Guardiola, presidente y secretario general de la CEM, respectivamente, destacaron, en primer lugar, “la necesidad de contar con una economía integrada en un proyecto político, social, cultural y popular que busque el bien común”.

Como segundo desafío los obispos establecieron la urgencia de construir puentes para el encuentro y el diálogo, “superando la tentación de hacer una cultura de muros, de levantar muros, muros en el corazón, muros en la tierra para evitar este encuentro con otras culturas, con otras personas”; así como “acrecentar los puestos de trabajo en lugar de reducirlos, fruto de la diversidad productiva y la creatividad empresarial”.

El cuarto desafío consiste en “favorecer que las religiones estén al servicio de las personas ofreciendo su aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad, como señala el Santo Padre en su encíclica, y finalmente, “rehabilitar la política y la participación ciudadana, dando los pasos hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad social y el bien común”.

Además de estos cinco principios, los obispos destacaron también la urgencia de dar respuestas indispensables y necesarias ante las personas migrantes, simplificando la concesión de visas, abriendo corredores humanitarios, ofreciendo alojamiento y garantizando su seguridad personal, entre otras acciones.

Una encíclica que favorecerá los objetivos del PGP

El episcopado mexicano aseguró que la encíclica ‘Fratelli Tutti’ también ayudará a seguir encontrando nuevos caminos para poner en práctica los 35 compromisos que los obispos se han planteado en su Proyecto Global de Pastoral (PGP).

“Todos tenemos el reto de hacer de México un mejor país, una gran comunidad de hermanas y hermanos, una ‘casita sagrada’ como lo ha pedido la Virgen de Guadalupe donde sea posible la fraternidad y la amistad social a través del encuentro y el diálogo”.

Consideraron que las dificultades, que parecen enormes en este momento de pandemia, son una oportunidad para crecer, “y no la excusa para la tristeza inerte que favorece el sometimiento”.

No obstante, dejaron en claro que estos desafíos no podrán lograrse trabajando individualmente. “El samaritano buscó a un hospedero que pudiera cuidar de aquel hombre, como nosotros estamos invitados a convocar y encontrarnos en un ‘nosotros’ que sea más fuerte que la suma de pequeñas individualidades“, señalaron citando también el documento del Papa: “¡Caminemos juntos, nunca solos, sino siempre juntos!”

Finalmente, Rogelio Cabrera y Miranda Guardiola exhortaron a la comunidad católica a leer esta carta encíclica, a reflexionarla, “dejándose tocar por las palabras inspiradoras del papa Francisco desde la propia vida, para que hagamos de México y de cada familia, un espacio donde se viva la fraternidad universal y la amistad social, a través del diálogo”.

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