Pedro Sánchez aplaude la encíclica ‘Fratelli Tutti’ de Francisco: “Gracias por clamar contra el neoliberalismo y el populismo”

A pesar de la tibia recepción en los medios generalistas españoles de la tercera encíclica del pontificado del papa Francisco, ‘Fratelli Tutti’ ha llamado la atención de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno de España ha compartido en Twitter la crónica del diario El País y ha señalado que comparte “con el Papa el llamamiento a construir un mundo más justo y solidario”.



Para el líder socialista, “Francisco analiza la crisis que vivimos desde una visión radicalmente social” en su nueva encíclica. Además, Sánchez se muestra agredecido con el Pontífice “por alzar su voz en defensa de los más vulnerables y clamar contra los efectos del neoliberalismo y el populismo”. Hasta el momento, se trata del único líder político de nuestro país que se ha manifestado públicamente en relación a la encíclica.

La debilidad de la política

Y es que la nueva encíclica firmada en Asís propone un nuevo orden mundial con los pobres al frente. En este texto detalla un programa de vida en el que intenta alumbrar el camino concreto a recorrer para quienes quieren construir un mundo más justo y fraterno desde lo cotidiano, la política y las instituciones.

Para Francisco, en estos momentos, “la política se vuelve cada vez más frágil frente a los poderes económicos transnacionales que aplican el ‘divide y reinarás’”. Por ello se pregunta: “¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad?”, para luego constatar cómo “han sido manoseadas y desfiguradas para utilizarlas como instrumento de dominación, como títulos vacíos de contenido que pueden servir para justificar cualquier acción”.

En un primer análisis de la política hoy, el Papa indica que parece que “la mejor manera de dominar y de avanzar sin límites es sembrar la desesperanza y suscitar la desconfianza constante, aun disfrazada detrás de la defensa de algunos valores. Hoy en muchos países se utiliza el mecanismo político de exasperar, exacerbar y polarizar. La política ya no es así una discusión sana sobre proyectos a largo plazo para el desarrollo de todos y el bien común, sino solo recetas inmediatistas de marketing que encuentran en la destrucción del otro el recurso más eficaz. En este juego mezquino de las descalificaciones, el debate es manipulado hacia el estado permanente de cuestionamiento y confrontación”. Mensaje de plena actualidad.

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