Luis José Rueda: “Tenemos los templos cerrados, pero somos Iglesia con corazón abierto”

‘Iglesia servidora de la vida’ es el título del comunicado publicado este 1º de agosto por el arzobispo de Bogotá, Luis José Rueda Aparicio, relacionado con la atención pastoral de las parroquias de la ciudad en este tiempo de cuarentena por la pandemia del Covid-19.



La vida como prioridad

“Ponemos la vida humana por encima de cualquier otro valor”, asegura Rueda Aparicio al resaltar que la parroquias de la Arquidiócesis de Bogotá “estamos obrando con responsabilidad y creatividad para prevenir la propagación del virus en los lugares donde vivimos y trabajamos”.

En este sentido, la Iglesia capitalina no solamente ha asumido las orientaciones dadas por el Gobierno Nacional y Distrital, sino que además promueve “una sólida conciencia de autocuidado, convencidos de que, si cada uno se cuida, está contribuyendo al cuidado de todos, especialmente los más vulnerables“.

La vida sacramental en tiempos de pandemia

Aunque las celebraciones eucarísticas y la vivencia sacramental han representado enormes sacrificio por parte de los ministros ordenados y de los fieles laicos, el arzobispo de Bogotá asegura que “seguiremos transmitiendo las eucaristías y los actos de piedad, por medio de las plataformas digitales y otros medios de comunicación, como lo hemos venido haciendo”, en orden a las normativas de cuidado y prevención frente al aumento de casos positivos de Covid-19 en la ciudad.

Asimismo, detalla que “los sacramentos del Bautismo y del Matrimonio, en esta época de pandemia, los seguiremos celebrando a puerta cerrada, con participación solamente de padres y padrinos”, mientras que las confesiones y la unción de los enfermos se realizan con cita previa y en recintos que cumplan con los protocolos de bioseguridad.

Tenemos los templos cerrados, pero somos Iglesia con corazón abierto“, destaca en su comunicado Rueda Aparicio, y agrega que “seguimos desarrollando la creatividad, para llegar permanentemente a los feligreses y mantener vivos todos los procesos de evangelización”, incluyendo las catequesis y los grupos pastorales en las parroquias.

Acompañamiento en el duelo

Por otra parte, si bien es cierto que están prohibidas las eucaristías en las funerarias o salas de velación, y las exequias también se celebran a puerta cerrada, con un pequeño grupo y con todas las medidas de bioseguridad, el arzobispo detalla que “desde las parroquias ofrecemos un acompañamiento pastoral a las familias que han sufrido la pérdida de seres queridos por el Covid–19, o que tengan enfermos en sus hogares por causa de la pandemia”. Incluso, se ha implementado en el portal web de la arquidiócesis la ‘linea de la esperanza’ para acompañar espiritualmente a quienes lo requieran.

Otras expresiones de solidaridad y cercanía, particularmente con los más pobres de las distintas localidades de la ciudad, se materializan a través del Banco de Alimentos de la arquidiócesis. De igual forma, la campaña ‘Por ti, por mí, por nuestra Iglesia’ busca recaudar fondos para apoyar la tarea evangelizadora de la Iglesia y algunas ayudas puntuales para las parroquias.

“Todos estamos llamados a una actitud de corazón abierto a la fraternidad y a la esperanza, creemos que, en medio de los dolores del parto, está naciendo una forma de vivir más consciente, más humana, más fraterna, más humilde“, concluye el arzobispo de Bogotá.

Noticias relacionadas
Compartir