Las seis realidades que preocupan a la vida religiosa latinoamericana

  • La CLAR pone el dedo sobre las llagas que interpelan la misión de los religiosos del continente
  • Las amenazas que padece la Casa común, la situación de la mujer, el drama de los migrantes, la violencia, la corrupción política y el sistema económico motivan el compromiso de los consagrados
  • LEA MÁS: La CLAR se revitaliza a los pies de san Romero de América

Siete realidades acuciantes han sido identificadas por los participantes de la 47ª Junta Directiva de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR), que reunió a sus cuadros directivos y a los presidentes de sus filiales (Conferencias Nacionales) en 23 países del continente.



Desde El Salvador, “tierra de mártires, espacio sagrado del cristianismo, lugar privilegiado para revitalizar la vida religiosa”, la CLAR ha hecho memoria de una pléyade de mujeres y hombres que han dado su vida por los más pobres: san Óscar Romero, Rutilio Grande, los jesuitas de la UCA, Elba, Celina, Ita y sus hermanas, “y tantos rostros desvanecidos en el anonimato”.

En este sentido, fiel a su vocación profética y bajo una perspectiva sinodal, la vida religiosa latinoamericana se propone encarnarse y “ser significativa” en los escenarios que amenazan la vida, especialmente la de los más pobres:

1. Nuestra Casa común

Solidaria con la humanidad, ante “un peligro inédito de la historia”, los religiosos y religiosas de América Latina se la juegan “por los más pobres, pues ellos son los primeros en sufrir las consecuencias de los cambio climáticos, entre otros males ecológicos”. 

2. La violencia que asola el continente

Consciente de que en el último año “una serie de explosiones sociales, causadas por diversos tipos de injusticias y desigualdades“, han sido “reprimidas por las fuerzas políticas con perjuicio de los derechos humanos”, los religiosos manifiestan su preocupación por estas y otras violencias, como la del narcotráfico, “que en las últimas décadas ha causado millares de muertos en el continente”. 

3. La migración creciente

Ante el fenómeno migratorio, la CLAR destaca que los migrantes “frecuentemente son objetos de tratos racistas y de que se les explote, especialmente si son mujeres“. Particularmente advierte que la migración venezolana “ha llamado la atención del mundo por sus más de 4 millones de personas”. 

4. La situación de la mujer

El escandaloso número de casos de abusos contra las mujeres, y la permanente situación de feminicidios que “parecen ser rutina en las noticias”, alertan a la vida religiosa latinoamericana. Además, “preocupa la ausencia femenina en los espacios de toma de decisiones, a pesar de su capacidad para participar creativa y responsablemente en diversas instancias”.

En este sentido, y “ya que la Iglesia de América Latina y el Caribe tiene rostro de mujer, es hora de que ella también pueda ejercer plenamente su dignidad humana y religiosa“, acentúa la CLAR.

5. La política deteriorada por los políticos

“Nuestras democracias están en peligro, pues los partidos y sus dirigentes, vinculados a la empresa privada, son objeto fácil de corrupción“, denuncian los religiosos. Aún más, es claro que “nadie en América Latina y el Caribe quisiera volver a los terribles años de las dictaduras militares”. Sin embargo, la CLAR denuncia el peligroso retroceso de las democracias del continente, “al servicio de los intereses del capital” y “poniendo en peligro los avances en materia de derechos civiles, sociales y humanos”. 

6. El modo de organizar la economía

Finalmente, los religiosos latinoamericanos ponen el dedo en la llaga de la economía, advirtiendo que “en tiempos de globalización, es difícil para los países sustraerse a las poderosas fuerzas del mercado internacional“. La raíz de esta ‘economía que mata’ está en las decisiones que se toman “fuera de nuestras fronteras, imponiéndonos modelos de desarrollos insolidarios, contrarios a nuestros propios valores culturales”.

Foto: CLAR

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