Matteo Zuppi alerta de “las profundas resistencias del nacionalismo eclesial”

Matteo Zuppi en Barcelona

“El Papa pertenece a los profetas de esperanza”. Así ha definido el cardenal arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi a Francisco frente a “una nueva generación de profetas de desventuras que creen más en su celo que en el Pueblo de Dios, solo son capaces de ver los problemas sin ninguna confianza en la providencia”.

Esta defensa cerrada de la figura de Francisco ha sido el eje vertebral de la ponencia que ha impartido hoy en el marco del Congreso ‘La aportación de Francisco a la teología y a la pastoral de la Iglesia’.

El cardenal, uno de los principales impulsores de Sant’Egidio, subrayó el camino abierto por el Papa para luchar “contra un enfoque ideológico que lleve a una visión parcial de la fe”. En este sentido, explicó que “no hay un amor sin verdad ni una verdad sin amor”.

Sin descuentos

Así, entre las principales aportaciones del Papa al pensamiento teológico eclesial, expuso considerar “el pueblo de Dios como sujeto del anuncio del Evangelio”, lo que le lleva a “unir la ortodoxia sin ningún descuento, la ortopraxis y la ortopatía, o lo que es lo mismo, construir una teología con sensibilidad a la realidad que le rodea, al migrante”. “No se trata de construir una teología, sino de descubrirla desde la preocupación sinodal de lo que le sucede al Pueblo de Dios”, matizó.

Zuppi reivindicó la mirada misericordiosa al mundo que lanza el Papa argentino y que le hace ver la realidad con alegría. “Es culpa nuestra si la verdad que proponemos no muestra alegría y no es expansiva”, criticó el purpurado, que en caso de no se capaz de contagiar esta esperanza al otro, “no solo no creerá en la verdad, sino que se irá a su casa pensando que la Iglesia le genera un problema”.

Resistencias profundas

“Muchas veces nos contentamos para vivir para nosotros mismos”, lamentó sobre la tendencia al clericalismo en la Iglesia, para invitar a los asistentes al foro a “poner en el centro la conversión pastoral y misionera”.

“Es necesario salir de muchas pequeñas lógicas autorreferenciales y de una preocupación organizativa para lograr una dimensión misionera”, señaló Zuppi, a la par que propuso “superar el nacionalismo de Jonás” en tanto que “a veces hay muchas resistencias profundas que hace que vivamos en un nacionalismo eclesial”.

En este sentido, puso su mirada en la necesidad de hacer de la compasión un pilar de toda acción pastoral:  “La verdadera defensa de los sanos es curar a los enfermos, es ir a los leprosos”. “La Iglesia se posiciona en la historia a través del lavatorio de los pies, como espacio real y simbólico, en el servicio desde donde se entiende el bien común”, concluyó.

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