La CIEC y Religiones por la paz se plantan contra la corrupción en América Latina

  • Las escuelas religiosas del continente apuestan por la construcción de una cultura de la integralidad para superar la cultura de la transgresión
  • “Estamos comprometidos con esta iniciativa interreligiosa, favorable a la verdad, la honestidad y la transparencia”, afirma Óscar Pérez Sayago, secretario general de la principal red de escuelas católicas de América

La escuela católica de América no puede ser ajena al flagelo de la corrupción, que sin duda es una de las principales problemática del continente”. Con estas palabras el secretario general de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), Óscar Pérez Sayago, comenta el lugar prioritario que la escuela debe dar a la lucha contra este ‘cáncer’ que carcome la sociedad.

Por una cultura de la integralidad

Tras haber celebrado una alianza estratégica con Religiones por la paz, a favor de una ‘cultura de la integralidad’ en la escuela –y en oposición a la ‘cultura de la transgresión’–, Pérez afirma que “como CIEC estamos comprometidos con esta iniciativa interreligiosa, favorable a la verdad, la honestidad y la transparencia, inspirados por el Evangelio y el Magisterio del papa Francisco”.

También Elias Szczytnicki, director de Religiones por la Paz América Latina y el Caribe, está convencido de que “las instituciones educacionales inspiradas en la fe están convocadas a liderar esta tarea y, de este modo, a contribuir a la regeneración moral de nuestras sociedades”.

Es así como, desde 2014, Religiones por la Paz ha convocado diversas organizaciones educativas religiosas católicas, protestantes, evangélicas, judías, islámicas e indígenas de América Latina, que hacen parte del Consejo Interreligioso Latinoamericano de Educación para la Paz.

Los jóvenes y la transformación de la realidad

Para Szczytnicki “la construcción de una cultura de integridad necesariamente se inicia con la educación de los jóvenes”, según ha afirmado en la presentación de la obra ‘De la cultura de la transgresión a la cultura de la transparencia’, impulsada conjuntamente por Religiones por La Paz y la CIEC.

Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparency Internacional, destaca –al prologar el libro– que “la corrupción es un fenómeno social de múltiples aristas que dan lugar a diversos abordajes. En la base del problema hay un aspecto ético y valorativo, relacionado con la integridad, la moral individual, la ética pública y la moral social. Desde el punto de vista político, la corrupción afecta la legitimidad del sistema de gobierno, la relación de representación política, la confianza en las instituciones y el desempeño de los gobiernos”. 

Desde esta perspectiva, la apuesta de CIEC y Religiones por la Paz por la enseñanza de la ética pública en las escuelas religiosas del continente, constituye el eje transversal de su manifiesto común, de cara a los complejos entramados de corrupción en América Latina, los contextos de convivencia-aprendizaje de normas y leyes, y las dimensiones de la integridad pública que desafían la formación de habilidades y competencias para dar vuelta a una de las páginas más lamentables de la historia reciente del continente.

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