El Gobierno de Sánchez se presenta como garante de “la laicidad positiva”

  • El secretario de Estado de Justicia, Manuel Dolz, abre en Madrid  la III Conferencia Mundial sobre la Contribución de las Religiones a la Paz y la Concordia
  • El cardenal Osoro alerta de unos “máximos inasumibles de persecución religiosa, incluso la cristianofobia en países de tradición cristiana como una patología a la que no tenemos que perder la pista”

Madrid acoge la III Conferencia mundial sobre la contribución de las Religiones a la Paz y la Concordia

El Gobierno de Pedro Sánchez reivindica la “laicidad positiva del Estado”.  Así al menos lo manifestó esta mañana el secretario de Estado de Justicia, Manuel Dolz, que presidió la apertura de la III Conferencia Mundial sobre la Contribución de las Religiones a la Paz y la Concordia, promovida por la Fundación Evsen y centrado en esta convocatoria en la defensa de las minorías religiosas. Dolz reivindicó el artículo 16 de la Constitución que reconoce la libertad religiosa considerando que su respeto “se inserta en el corazón de los derechos inalienables de la persona” para configurar “la convivencia democrática”.

“Bienvenidos a un país de justicia y de paz”, señaló el secretario de Estado a los representantes de las tres principales confesiones monoteístas presentes en el encuentro, procedentes de 17 países. Al echar la vista atrás, Dolz calificó de “tormentosa” la historia de nuestro país, que se ha movido según él entre “el polo de la intransigencia y el polo de la tolerancia”.

El miedo a lo diferente

Frente a ello, presentó a las religiones como “una manifestación primordial de la libertad, inherente al ser humano, porque canalizan las creencias de las personas para vivirlo en comunidad erigiéndose como referente moral y ético para ellos”. Así, instó a los participantes de la cita a trabajar por las minorías religiosas frente a “las amenazas que se nutren del miedo a lo diferente”.

“El respecto a las minorías es presupuesto indispensable de la convivencia pacífica, que no puede sino descansar en la tolerancia, el respeto y el reconocimiento del otro, de sus anhelos y necesidades”, añadió, animándoles a trabajar “a nivel global como en sus respectivos países al respeto de la diversidad religiosa y la convivencia pacífica de todas las creencias” con el fin de “allanar el camino de la concordia y aliviar la travesía de los que vienen detrás”.

Osoro ante la cultura del encuentro

Como anfitrión, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, apuntó que “es verdad que en nombres de la religión se han podido abrir frentes de confrontación, cuando se toma el nombre de Dios en vano”. Frente a ello, reivindicó la llamada a la cultura del encuentro del Papa Francisco y presentó a Jesús de Nazaret como príncipe de la paz.

“Solo una interpretación torcida de Dios puede levantar muros y generar violencia”, denunció Osoro, que, frente a ello, señaló que el ser creyente “más allá del credo que confesemos, es una invitación a abrirnos al rostro del otro, que es nuestro prójimo”.

Sobre la situación de persecución que viven las minorías religiosas, recordó los lugares del mundo donde hay una Iglesia martirial como Siria, Irán, Irak, Egipto o Venezuela. “Las grandes tradiciones religiosas estamos llamados a darnos mutua hospitalidad, respeto y trabajar por construir este mundo. No se trata de ver qué conversión tiene más perseguidos, sino denunciar la lógica del odio por motivos religiosos”, apreció el cardenal de Madrid.

“Sin la libertad religiosa se cae el edificio de los derechos humanos”, manifestó Osoro, que denunció cómo se está llegando hoy a “máximos inasumibles de persecución religiosa en el mundo, incluso la cristianofobia en países de tradición cristiana como una patología a la que no tenemos que perder la pista”.

A partir de ahí, interpeló a los participantes en la conferencia la necesidad de replantearse cómo ser “profetas del encuentro”. “No vayamos al extremo del puro espiritualismo pero tampoco podemos entrar en la pura ideologización”, advirtió Osoro.

Fundamento de la felicidad

En este tercer encuentro que acoge Madrid también se escuchó al cardenal albanés Ernest Simoni, que durante dos décadas permaneció encarcelado por la dictadura, que puso como ejemplo las actuales relaciones entre cristianos y musulmanes en su país a favor de la concordia.

“La paz es el fundamento de la vida de todo hombre y de su felicidad”, subrayó el purpurado en el acto de inauguración que aplaudió el trabajo que viene realizando el Papa Francisco en materia del diálogo interreligioso. “Jesús dice que no sirve de nada el hombre si no se gana su alma. Debemos promover que se ayude a todos los pobres del mundo, porque su riqueza será la luz del cielo”.

Promover el conocimiento mutuo

En nombre del Islam, abrió el encuentro Sheikh Ul-Islam Allahshukur Pashazad, presidente de los musulmanes caucásicos, alertó de cómo “estamos viendo recientemente acontecimientos de fundamentalistas en nombre de la religión que nos están afectando a todos” provocando brotes de islamofobia y antisemitismo. “Esas fuerzas negativas quieren sacarnos de nuestro camino”, alertó, a la vez que reivindicó “el conocimiento mutuo” de las religiones para responder a estas amenazas.

Por su parte,  Feysal bin Muammar, del Centro de Diálogo KAICIID y asesor en materia religiosa del Gobierno de Arabia Saudí, llamó a iniciar “un cambio en el interior de la sociedad” para lograr un cambio real. Poniendo como ejemplo el conflicto de República Centroafricana y la división de la comunidad musulmana, señaló cómo para configurar un verdadero diálogo interreligioso, “era necesario antes romper con la división dentro de las religiones”.

Por una educación espiritual

El presidente de la Fundación Evsen, Ali Evsen, subrayó la necesidad de “unir nuestros esfuerzos para mantener una única postura ante las fuerzas que buscan separarnos y perjudicar el futuro de nuestros hijos”. “Desafortunadamente hoy en día, nuestros hijos, que son nuestro futuro, no están lo suficientemente preparados espiritualmente y eso es muy triste”, lamentó a la vez que animó a los líderes presentes a trabajar “para que aumente el número de personas con fe”.

“Hermanos y hermanas, dejemos de lado las diferencias y los conflictos. Tenemos muchos puntos de unión y valores que nos unen. Juntos venceremos”, reivindicó Dolz. “No estamos en contra de la democracia y de las libertades, pero para entender su verdadero significado tenemos que enseñar a los jóvenes”, completó, si bien comentó que “nuestro tema no es político”.

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