El Año Jubilar Lebaniego 2017, la belleza de la Cruz

Monasterio de Santo Toribio de Liébana

Carlos Osoro abrirá el 23 de abril la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio de Liébana

apertura de la Puerta del Perdón Año Santo Lebaniego 2006

Apertura de la Puerta del Perdón en 2006

El Año Jubilar Lebaniego 2017, la belleza de la Cruz [extracto]

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | Será el 23 de abril, a las doce de la mañana, cuando el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, abra el candado de la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio. “El jubileo es un momento de gracia que Dios nos otorga. Simplemente porque está aquí el mayor trozo de la Cruz de Cristo en el mundo. Eso es lo que hizo que los papas miraran en el siglo XVI hacia Santo Toribio y concedieran el jubileo”, narra el franciscano Juan Manuel Núñez Cid, guardián del monasterio.

Será el 73º Año Jubilar de Santo Toribio de Liébana en sus más de cinco siglos de historia, desde que en 1512 el papa Julio II concedió la bula al monasterio de Camaleño (Cantabria). Desde 1967 –por privilegio concedido por Pablo VI– se celebra durante todo un año.

“Atravesar la Puerta del Perdón es tanto como acogernos a la misericordia y el amor de Dios, que nos abraza como un nuevo hijo pródigo y nos colma de su alegría y de su paz. Nos reconciliamos con Dios y también conseguimos la indulgencia plenaria”, señala el obispo de Santander, monseñor Manuel Sánchez Monge, que ha publicado una carta pastoral bajo el lema elegido este año para el jubileo: Nuestra gloria, Señor, es tu Cruz.

El Obispado de Santander insiste este año en que el camino, el jubileo, la peregrinación a Santo Toribio, recobren el sentido de “acontecimiento espiritual y religioso”, como lo define Sánchez Monge, frente al peligro de reducirlo a un itinerario cultural y turístico. De ahí, las palabras del obispo en su pastoral: “La peregrinación es mucho más que una aventura o un viaje turístico. La peregrinación exterior debe ir acompañada de la peregrinación interior. Esta es una llamada a desperezar el espíritu y a vivir la realidad de sentirnos hermanos los que somos hijos de un mismo Padre. Es una experiencia que cambia la vida de verdad, que no es maquillaje, que no es moda”.

apertura de la Puerta del Perdón Año Santo Lebaniego 2006

Acto de apertura de la Puerta del Perdón en el jubileo de 2006

Es salvación, redención, perdón. “Ir a Santo Toribio de Liébana no es un viaje sin más, no es un camino que se hace para contemplar solamente la belleza natural del lugar, que indudablemente tiene, y asombra a todos los que lo contemplan –concede el vicario general de Santander, Sergio Llata–. Ir a Santo Toribio es un camino que se hace con un fin muy concreto: querer encontrar la verdadera belleza que es el Lignum Crucis. Querer encontrar la verdadera belleza que tiene la cruz”.

De ahí las palabras de Sergio Llata para presentar el Año Jubilar: “Hemos querido que nuestras actividades, todas ellas, supongan un encuentro de fe con Cristo Resucitado, origen, centro y destino de todas las acciones que siempre tiene que realizar la Iglesia”. El Obispado ha definido así tres ejes de “acción pastoral”, según las enumera: “Anuncio de la Palabra, celebración sacramental de nuestra fe y ejercicio de la caridad con los más necesitados”.

Programación cultural, pero con espíritu

La programación cultural que anuncia el Obispado participa, igualmente, de este espíritu: “No podemos olvidar lo importante que son los actos culturales. Evidentemente desde el ámbito civil se proponen una serie de eventos que, en principio, no entran en conflicto con lo que nosotros como Iglesia programamos. Pero también desde la Iglesia hemos programado una serie de actividades, que quizás por su carácter nos corresponde a nosotros organizarlas”, según advierte el vicario general.

Entre ellas, el propio Llata destaca un ciclo de cinco conferencias sobre la espiritualidad de la Cruz, con doble sede en Potes y en Santander; una exposición en la catedral de Santander y en el Centro de Estudios Lebaniegos sobre el origen del monasterio de Santo Toribio; un ciclo de conciertos de órgano y otro de conciertos de corales en diversas iglesias de la diócesis.

“Todos estos actos solo pueden tener una motivación: ayudar a que todos vivamos en este Año Santo Lebaniego un verdadero camino de conversión, exterior e interior, que nos lleve a encontrarnos con Jesucristo, muerto y resucitado”, concluye Llata.

Un espectáculo de música electrónica, luz e imágenes del compositor Jean-Michel Jarre frente a la Puerta del Perdón el 29 de abril ha sido el acto elegido por el Gobierno de Cantabria para la inauguración de su programación cultural para este jubileo. “Siempre con el respeto a los creyentes y a los peregrinos que vengan a Santo Toribio movidos por la fe, desde el Gobierno de Cantabria también queremos que el Año Jubilar sirva para consolidar la región como un destino de peregrinación y que el evento y el monasterio sean un foco de atracción no solo de peregrinos, sino de viajeros y visitantes que acudan también motivados por la cultura, el paisaje y la importancia del templo”, según el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín.

Monasterio de Santo Toribio de Liébana

Los meses de veranos son los que concentran una mayor afluencia de peregrinos

Dentro del programa cultural, también se ha incluido un ciclo denominado Los conciertos del Año Jubilar, que tendrá lugar en la sala Escenario Santander, en la capital. “Nuestro objetivo es englobar en la programación un poco de todo para que cada cántabro se vea representado en algo que le guste, bien sea música, teatro, deporte o arte”, insiste Martín.

En total, las actividades que difundirán el Año Jubilar Lebaniego, según el Gobierno cántabro, serán más de 1.200 en toda la comunidad hasta abril de 2018, entre conciertos, eventos deportivos, gastronómicos, exposiciones, etc.

Mirando a Santiago

Al final de la Edad Media no se concebía la peregrinación a Santiago sin venerar el Lignum Crucis de Santo Toribio de Liébana. “Al monasterio se le conoció por el nombre de San Martín de Tours, un santo de mucha devoción en la época. Pero va a perder ese nombre cuando llegan los restos de Santo Toribio de Astorga y la reliquia de la Cruz en el siglo VIII. Se le conocerá entonces como Santo Toribio de Liébana, por quedarse sus restos aquí para siempre”, explica el franciscano Juan Manuel Núñez Cid.

El Año Jubilar Lebaniego se celebra, desde 1512, cada vez que la festividad de Santo Toribio –el 16 de abril– cae en domingo. Este año, al coincidir con la Pascua de Resurrección, se retrasa una semana. El propio Carlos Osoro, entonces arzobispo de Oviedo y obispo diocesano de Santander, fue quien echó el candado a la Puerta del Perdón hace justamente una década, el 22 de abril de 2007, y clausuró el último Año Jubilar Lebaniego, en el que un millón trescientos mil peregrinos pasaron por el monasterio.

El 22 de abril de 2018 se cerrará otra vez la Puerta del Perdón y nadie se apresura a hablar de cifras, aunque se da por bueno alcanzar el millón de peregrinos. Sobre todo cuando el presupuesto que le dedicará a la promoción y a la programación el Gobierno de Cantabria se desconoce aún. Los patrocinios, en cualquier caso, estarán muy lejos –más bien, la mitad– de los 18 millones de euros recaudados en 2007 en un presupuesto que alcanzó los 24 millones en total.

Osoro abrirá el Año Jubilar acompañado por varios obispos –entre ellos el de la diócesis cántabra, Manuel Sánchez Monge– en un acto en el que, además de los custodios del monasterio, la Fraternidad Franciscana, y del Lignum Crucis, la Hermandad de la Vera Cruz, participará el Coro Filarmónico del Vaticano, dirigido por Pablo Colino.

Publicado en el número 3.028 de Vida Nueva. Ver sumario

 


LEA TAMBIÉN:

Compartir