Liébana, patrimonio material y espiritual

ceremonia de apertura de la conmemoración jubilar lebaniega en abril 2012

Numerosas personas han peregrinado desde abril a Santo Toribio para la Conmemoración Jubilar Lebaniega

ceremonia de apertura de la conmemoración jubilar lebaniega en abril 2012

Ceremonia de apertura de la Conmemoración Jubilar Lebaniega, el pasado mes de abril

VICENTE L. GARCÍA. SANTANDER | El 14 de septiembre, festividad de la Santa Cruz, la Diócesis de Santander vivió la clausura de su jubileo con motivo del V Centenario de la Bula por la que el papa Julio II concedía el reconocimiento de las celebraciones de los años santos lebaniegos cuando la fiesta de santo Toribio de Liébana cayese en domingo.

Desde el 15 de abril, víspera de la festividad del santo titular, cuando comenzó el presente periodo jubilar, Liébana ha sido lugar de encuentro y peregrinación para fieles y grupos diversos. En palabras del guardián del monasterio, el franciscano Juan Manuel Núñez, “se ha notado que no era Año Santo Lebaniego”.

“Estamos contentos con la afluencia de peregrinos, sin poder dar cifras concretas, pero no hemos vivido las aglomeraciones de los años lebaniegos, en los que tenemos que pedir refuerzos de frailes a otras comunidades. La Puerta del Perdón, que no se abría en esta ocasión, tiene su encanto”.

Entre las peregrinaciones realizadas estos meses, resaltan las de las 70 vírgenes consagradas que acudieron a su 22º Encuentro Nacional, celebrado en el Seminario de Corbán (Santander); o la peregrinación de jóvenes que unió dos lugares de culto al recorrer el camino desde Covadonga hasta Santo Toribio; o la encabezada por el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, con sacerdotes y seminaristas de su diócesis. El guardián del monasterio recuerda, igualmente, el paso de varios obispos y de muchos peregrinos particulares.

El momento más destacado, tras llegar a Liébana, es la Misa del Peregrino, que se celebra a diario a las 12 del mediodía. Solo la celebración del 23 de agosto vivió un pequeño susto cuando el obispo de Santander, Vicente Jiménez, sufrió una bajada de tensión que obligó a su traslado en helicóptero al hospital.

En una carta pastoral, Jiménez se reafirma en la idea que expresaba al comienzo de este jubileo: “La Conmemoración Jubilar Lebaniega ha sido un tiempo de renovación de nuestra Diócesis de Santander y, en consecuencia, de nuestra sociedad cántabra. Un movimiento espiritual, religioso, social y cultural. Ha sido, sin duda, una preparación para la celebración del Año de la fe”.

Pero Liébana no ha sido el único foco de atractivo religioso y turístico. La diócesis firmó un convenio con el Gobierno de Cantabria –que aportó 120.000 euros– para un plan de visitas guiadas a 40 iglesias y monasterios ubicados en la ruta jacobea del Camino de la Costa.

La preocupación por la conservación, uso y disfrute del patrimonio religioso tuvo su acento en la jornada del 12 de agosto con la colecta pro templos. El obispo informó del estado de algunos de ellos y solicitó ayuda económica para sostener los 1.200 edificios (682 templos y 518 ermitas) que dependen de la diócesis.

En el nº 2.815 de Vida Nueva.

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