La Iglesia congoleña presiona para que el presidente Kabila renuncie

congoleños huyen de la violencia en República Democrática del Congo noviembre 2016

Los obispos de R. D. del Congo median en un acuerdo con la oposición para que haya elecciones en abril

congoleños huyen de la violencia en República Democrática del Congo noviembre 2016

La violencia está obligando a huir a miles de congoleños

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ SOTO | La República Democrática del Congo sigue bajo alta tensión política. Muchos sospechan que el actual presidente, Joseph Kabila, reelegido para un segundo mandato en diciembre de 2011, utiliza su conocida ambigüedad para intentar perpetuarse en el poder.

En enero del año pasado intentó reformar la Constitución para eliminar el límite de dos mandatos presidenciales, pero tuvo que desistir en su empeño tras las protestas callejeras que dejaron decenas de muertos en Kinshasa y otras ciudades del país. Kabila, sin embargo, ha logrado retrasar todo lo que ha podido la celebración de nuevas elecciones, que según la ley deberían haberse celebrado en diciembre de este año.

Un movimiento por la democracia organizó en septiembre nuevas protestas callejeras y en Kinshasa hubo al menos 32 muertos, la mayor parte de ellos acribillados a balazos por la policía.

Tras estos hechos violentos, el Gobierno organizó un proceso de diálogo nacional para dar salida a la crisis. La mayor parte de la oposición se negó a participar en él, al considerar que se trataba de una tapadera para justificar el alargamiento del tiempo de Kabila en el poder. También los obispos católicos se retiraron, el pasado 20 de septiembre. Los prelados siempre han tenido una gran autoridad moral en el país, y sus posicionamientos durante los períodos de crisis política acostumbran a tener un gran peso.

Este foro nacional concluyó, no obstante, el pasado 18 de octubre con un acuerdo entre la mayor parte de las fuerzas políticas por el que se establece que las elecciones presidenciales tendrán lugar en abril de 2018. Los firmantes decidieron también poner en marcha un Gobierno de unidad nacional. El puesto de nuevo primer ministro recayó en el opositor Samy Babidanga, próximo al eterno rival de Kabila, Etienne Thisekedi. El acuerdo, sin embargo, no decía explícitamente que Joseph Kabila no será candidato.

La Conferencia Episcopal, que durante este tiempo ha mediado entre las diversas fuerzas políticas, recordó el pasado 21 de octubre que es “imperioso que se mencione claramente que el actual presidente de la República no se presentará para un tercer mandado, conforme al artículo 220 de la Constitución”. Tras esta declaración, los obispos han continuado mediando entre los firmantes del acuerdo y varios responsables de la oposición que lo han rechazado. A pesar de la discreción con que se han llevado adelante estas conversaciones, los obispos congoleños no han ocultado su inquietud por que las divergencias políticas, si no se resuelven a tiempo, pudieran provocar un nuevo ciclo de violencias.

Violencia que va más allá del campo político. En el territorio de Lubero (provincia del Kivu Norte), en el este del país y en partes de la provincia de Katanga, el año 2016 ha sido especialmente trágico. El último capítulo ha sido el ataque perpetrado el pasado 27 de noviembre por la milicia de Maï Maï Mazembe contra varias comunidades rurales. Murieron 30 civiles, según las autoridades locales. Este tipo de ataques, que se repiten periódicamente, se suelen atribuir a conflictos por la posesión de la tierra.

Publicado en el número 3.014 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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