‘Luz de Soledad’: misericordia en la oscuridad

fotograma de la película Luz de Soledad

Crítica de cine de la nueva película de Pablo Moreno, sobre Soledad Torres Acosta


J. L. CELADA | No han transcurrido ni ocho meses desde que se estrenara Poveda (2016), su anterior trabajo, y Pablo Moreno está de vuelta para certificar lo que viene apuntando desde su debut con Talitá Kum (2008): que su filmografía bebe tanto del cine religioso como sus rodajes de los escenarios de su Ciudad Rodrigo natal. Y ambas circunstancias confluyen de nuevo en Luz de Soledad, la historia de Soledad Torres Acosta, la mujer que –por iniciativa del sacerdote Miguel Martínez y Sanz– fundara las Siervas de María, Ministras de los Enfermos, en el Madrid de 1851.

Como ya ocurriera con san Pedro Poveda y uno de sus captores, aquí será también una tercera persona la que propicie e impulse la narración de los hechos por boca del protagonista. Aunque esta vez no es la santa de Chamberí quien rememora los principales episodios de su vida, sino una de sus religiosas que acompaña a un enfermo impertinente y descreído en la noche madrileña de nuestros días. Un anciano que verá aliviadas sus horas de soledad con la lectura de la biografía de la fundadora, texto al que va poniendo imágenes de época el director mirobrigense.

Su mirada, dotada de una especial sensibilidad que compensa cualquier limitación presupuestaria, nos traslada al siglo XIX, a aquel barrio de la capital y a la lechería donde se fraguó la vocación de Soledad pese a la oposición paterna. Por entonces, entra en contacto con la parroquia y oye hablar de la labor que realizan las Hijas de la Caridad con los más desfavorecidos de la sociedad. Siempre a plena luz del día. Pero, ¿y por las noches, quién se preocupa de cuantos precisan atención y compañía en el lecho del dolor? De esta intuición de un cura intrépido nacerá un grupo de “luciérnagas” dispuestas a alumbrar las oscuridades de un tiempo de cuarentenas, barricadas y desamortizaciones.

De la mano de un ajustado reparto –con Laura Contreras al frente, secundada por Carlos Cañas, Lolita Flores o habituales como Elena Furiase y Raúl Escudero–, Moreno nos muestra el camino jalonado de aprendizajes, pruebas y sufrimientos de la futura santa: desde las penurias económicas de las hermanas hasta los cuidados a pie de cama de heridos y moribundos, sin ocultar las crisis de liderazgo en la comunidad o la expansión de un instituto muy pendiente de las necesidades de sus contemporáneos. Solo así se explicaría que las primeras enfermeras tituladas de España, en junio de 1915, fueran 36 Siervas de María.

Película sin grandes pretensiones formales, Luz de Soledad responde con sencillez al encargo de la protagonista de ser “testimonios vivos de Cristo en el mundo”, mientras deja a su paso la feliz noticia de que “el amor verdadero es el que cura realmente”. Misericordia, lo llamamos este año.

fotograma de la película Luz de Soledad

FICHA TÉCNICA

Título original: Luz de Soledad

Dirección: Pablo Moreno.

Guión: Pablo Moreno y Pedro Delgado.

Fotografía: Rubén D. Ortega.

Música: Óscar Martín Leanizbarrutia.

Producción: Andrés Garrigó.

Intérpretes: Laura Contreras, Lolita Flores, Elena Furiase, Carlos Cañas, Raúl Escudero, Eva Higueras, Julio Lázaro, Susana Sucena.

Publicado en el número 3.008 de Vida Nueva. Ver sumario

 


LEA TAMBIÉN:

Compartir