‘Del revés’: emociones animadas

Del revés, fotograma de la película

Del revés, fotograma de la película

J.L. CELADA | Primero, fue la factoría de sustos Monstruos, S.A. (2001). Más recientemente, Up (2009), la travesía de un viudo que surcaba los cielos en su casa de madera impulsado por miles de globos. Antes y después, los juguetes de Toy Story cobrarían vida hasta en tres ocasiones (1995, 1999 y 2010). Casi nada se les resiste ya a Pete Docter y la gente de Pixar. La mejor prueba de ello es su último trabajo, un viaje por la mente que pone Del revés los mecanismos narrativos habituales para mostrarnos qué le pasa por la cabeza a una niña de 11 años en su día a día.

Cinco son, en concreto, las emociones que manejan la gran consola instalada –a modo de torre de control– en la azotea de la joven: Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco. Cinco estados de ánimo que nos van a guiar por un universo impensable (no apto para cualquier edad) donde habitan los “recuerdos esenciales” que configuran las “islas de la personalidad” (familia, amistad, sinceridad, payasadas y hockey), la “memoria a largo plazo” (un interminable laberinto de estanterías con bolas de colores que almacenan lo vivido)… Todo un parque temático, en suma, atravesado por el “tren del pensamiento” y que cuenta con atracciones tan curiosas como “Imaginalandia” o “Sueño Producciones”.

Un recorrido con vistas (al razonamiento deductivo, a los déjà vu, al pensamiento crítico…) que nos permite descubrir, asimismo, estancias menos accesibles del cerebro humano, como el subconsciente, donde conducen a quienes dan problemas o quedan recluidos los peores miedos (en el caso de nuestra protagonista, el brócoli, las escaleras que bajan al sótano y el aspirador de la abuela). Sin olvidar, por supuesto, a personajes imposibles que se cruzan en el camino: ese amigo imaginario de algodón de azúcar, mezcla de elefante, gato y delfín, que llora chucherías; o los señores “olvídalo”, encargados de arrojar al vertedero los recuerdos negativos.

El traslado del domicilio familiar a San Francisco es el momento elegido por los creadores de Del revés para activar la maquinaria emocional de la chica. Fundamentalmente, la pugna entre Alegría y Tristeza, motor de la cinta y lúcida advertencia para todos: la conquista de la felicidad acarrea renuncias, pérdidas y decepciones.

Entre lágrimas y risas, tratan de hacerse un hueco también Asco, Ira y Miedo (con ataques de histerismo que arrancan la carcajada entre el público infantil), porque “las emociones no pueden dimitir”. Como tampoco lo ha hecho la imaginación de Pixar. Cada nuevo escenario que se abre ante la sorpresa de estas emociones animadas –y del propio espectador– supone un peldaño más en su ascenso al Olimpo de la inteligencia, la sensibilidad y el arte de hacer Cine (así, con mayúscula).

Que la Lava del ñoño cortometraje que precede a su proyección no sofoque la frescura de una película concebida para deleite de los sentidos, de la razón y del corazón.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Inside out.

DIRECCIÓN: Pete Docter, Ronaldo Del Carmen (codirector).

GUIÓN: Pete Docter, Ronaldo Del Carmen.

MÚSICA: Michael Giacchino.

DIRECCIÓN DE ARTE: Bert Berry.

DISEÑO DE PRODUCCIÓN: Ralph Eggleston.

PRODUCCIÓN: Jonas Rivera.

VOCES: Ami Poehler, Phyllis Smith, Richard Kind, Bill Hader, Lewis Hader, Mindy Kaling, Kaitlyn Dias, Diane Lane, Kyle MacLachlan

En el nº 2.951 de Vida Nueva

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