Arzobispo de Cochabamba y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana
JOSÉ LUIS CELADA | Óscar Omar Aparicio Céspedes (La Paz, 1959), presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana desde noviembre de 2012, es una de las cabezas visibles de la Iglesia que recibirá la visita del papa Francisco (8-10 de julio). El también arzobispo de Cochabamba confía en que este viaje, que califica como “un encuentro con las periferias”, posibilitará el acercamiento entre la Iglesia y el Gobierno de Evo Morales, porque “falta mucho para construir una Bolivia unida”.
PREGUNTA.- ¿Qué espera Bolivia de la próxima visita pastoral de Francisco?
RESPUESTA.- Hemos elegido como tema para orientar esta visita Reconciliación y renovación en la alegría del Evangelio. Esperamos una reconciliación nacional. La necesitamos, porque si es verdad que el proceso político que estamos viviendo ha traído como positivo la inclusión de sectores, como los pueblos indígenas, tradicionalmente marginados, no es menos verdad que sufrimos nuevas exclusiones. Es necesario escuchar un mensaje de unidad, de reconciliación, una invitación a escuchar a los diferentes, porque corremos el peligro de encerrarnos cada sector con los suyos, con su propia ideología, con su propio partido y excluir a los diferentes.
P.- ¿Es este un viaje a “las periferias” de las que habla el Papa?
R.- Podríamos decir que sí, porque, en cada uno de los tres países que el Papa va a visitar, siempre hay un encuentro especial con sectores marginados. Pienso que el Papa ha elegido Ecuador, Bolivia y Paraguay por ser países especialmente castigados por la pobreza y, por tanto, la marginación. Son países que tienen especial presencia de pueblos indígenas, que son un desafío para la integración y para la evangelización. Además, en Bolivia va a visitar el Santo Padre el II Encuentro Mundial de Movimientos Populares, que son personas que trabajan en Latinoamérica y Europa con sectores marginados, de las periferias. El Papa visitará también el penal de Palmasola, en Santa Cruz de la Sierra, con lo que estará con los más marginados de Bolivia, los que más sufren. Por todo eso, podemos decir que el viaje del Papa será un encuentro con las periferias, tal y como él invita a hacer a la Iglesia entera.
P.- ¿Siguen siendo las Comunidades Eclesiales de Base el corazón y el motor de la Iglesia boliviana?
R.- No podemos negar que las CEBs han decaído en los últimos tiempos, aunque han crecido otro tipo de grupos de fe y movimientos eclesiales. No obstante, sigue en pie la opción de nuestra Iglesia por impulsar estas comunidades y se están realizando muchas acciones en este sentido en diócesis, parroquias y a nivel de los organismos de la Conferencia Episcopal. Como Iglesia, sabemos de la importancia de estas comunidades, que son verdadera presencia de la Iglesia en cada barrio y sector marginado.
P.- ¿Se respira mejor en el seno de la Iglesia desde la elección del primer Papa latinoamericano? ¿Se notan esos “nuevos aires” en Bolivia?
R.- El Papa entiende muy bien nuestra realidad latinoamericana, nuestros problemas y nuestra identidad cultural. El Papa ha llevado el “aire” de la Iglesia latinoamericana a la Iglesia universal. Ese estilo que tiene el papa Francisco lo reconocemos como el nuestro de siempre. Nuestra Iglesia ha sido siempre así: una Iglesia metida en el pueblo, sencilla y sin aspavientos. Es lo que él transmite en Roma y en la Iglesia entera y, sin duda, su elección ha sido un signo de confianza con nosotros, Iglesias jóvenes, pero llenas de vida.
Entrevista a Óscar Aparicio íntegra solo para suscriptores
En el nº 2.948 de Vida Nueva.
