La desaparición silenciosa de los colegios católicos en Andalucía

Los centros concertados denuncian el cierre de aulas y discriminación salarial por parte del Gobierno de Susana Díaz

alumnos estudiantes jóvenes en un aula en la escuela

RUBÉN CRUZ | El 18% de los colegios en Andalucía son concertados. Hay más demanda que oferta, en muchos casos. Sin embargo, no es posible aumentar las aulas concertadas, puesto que la Junta de Andalucía se ampara en la reducción de la natalidad y opta por insertar a los más pequeños en la escuela pública. No obstante, muchos padres de alumnos se quejan de que el Gobierno de Susana Díaz está vulnerando el derecho fundamental de los progenitores a elegir qué educación quieren para sus hijos. “Ahora mismo, la escuela concertada está sufriendo una persecución”.

Lo dice Gemma García, portavoz de la plataforma Mis Padres Deciden, quien explica: “La clase política andaluza quiere imponer un modelo único, pero vamos a luchar por la educación de nuestros hijos, que es la mejor herencia que podemos dejarles”. Y añade: “En una ocasión un político me dijo que eran ellos los que tenían que decidir la educación que recibían los niños”.

“El procedimiento que se ha seguido en Andalucía es el de cerrar aulas poco a poco. Eso no lo frena nadie y el centro acaba desapareciendo. No se trata de grandes medidas, como cerrar 18 colegios de golpe, pero, tras tantos años en el Gobierno, el PSOE ha ido minando la educación concertada”, afirma Jesús Pueyo Val, secretario general de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE).

En el mismo sentido, Luis Carbonel, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (CONCAPA) considera que “se está discriminando claramente a la escuela concertada, porque a algunos les es muy complicado desligar la política de la educación. Con el perjuicio a estos centros no se dan cuenta de que las perjudicadas son las familias que somos titulares de elegir la educación de nuestros hijos”. Carbonel mostró su desacuerdo, asimismo, con la etiqueta que se ha colocado a estos centros de que solo son aptos para las élites, ya que “acogen a todo tipo de familias”.

Docentes peor pagados

El atropello que reciben los colegios católicos en Andalucía se hace visible con el trato al profesorado. “Llevo 18 años trabajando y cobro 9.000 euros menos anuales que un compañero de la pública”, confiesa José Guardia, vicepresidente de la Plataforma por la Homologación en Andalucía (PHA).

En 2011 se consiguió un acuerdo de equiparación salarial entre los docentes de los centros públicos y los concertados, ya que estos realizan el mismo trabajo pero cobran menos. Un año más tarde, con los recortes, ambos colectivos vieron mermada su capacidad adquisitiva. A los profesores de la pública se les redujo a la mitad la paga extra de Navidad y la de julio. Por su parte, a los maestros de la concertada se les despojó de entre 90 y 100 euros mensuales –dependiendo de su salario–.

Los Presupuestos Generales de Andalucía 2015 recogían que los profesores de la escuela pública comenzarían de nueva a cobrar íntegras sus pagas extras. Sin embargo, en ningún momento se mencionaba a los docentes de los colegios concertados. “El gobierno de coalición PSOE-IU ha sido el que peor nos ha tratado”, comenta Silvia Santos, secretaria general de FSIE Andalucía. Y es que el sindicato de profesores ve en esta medida un claro tinte político.

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En el nº 2.948 de Vida Nueva

 

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