La escuela concertada gana una batalla en Andalucía

alumnos de escuela concertada en movilización de la plataforma Estamos desconcertados

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía paraliza la suspensión de un concierto educativo en un colegio de Sevilla

alumnos de escuela concertada en movilización de la plataforma Estamos desconcertados

Reciente movilización de la plataforma ‘Estamos des-concertados’

MIGUEL ÁNGEL M. NUÑO. SEVILLA | Semanas de movilización, primero; a continuación, una cierta sensación de enfriamiento y desilusión, como de batalla perdida. Y finalmente, euforia contenida, cuando el pasado 18 de junio saltaba la noticia de que el colegio salesiano de Morón de la Frontera (Sevilla) había conseguido del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), concretamente de la Sala de lo Contencioso Administrativo, las medidas cautelares que un grupo de familias de alumnos había solicitado a favor del centro.

Hay que recordar que este es uno de los siete colegios andaluces afectados por la denegación del concierto educativo para una unidad escolar, que se iría extendiendo como mancha de aceite, curso tras curso, hasta acabar con una “línea” del centro, es decir, unos 350 puestos escolares menos.

Era Jesús Muñoz de Priego, el conocido abogado sevillano experto en materia educativa, quien, en rueda de prensa, daba la noticia. Sin triunfalismos: “Lo que se concede es una medida cautelar que, cuando sea firme, permitirá que, provisionalmente y mientras dura el procedimiento y se debate el fondo del mismo, el aula pueda estar en funcionamiento y concertada. Debe tenerse claro, por tanto, que la Sala aún no se ha manifestado, en absoluto, sobre el fondo del asunto y habremos de seguir siendo cautos, pues el procedimiento no ha hecho más que empezar”.

Sensibilización pública

Ante la denegación de la unidad en cuestión, la titularidad del centro educativo salesiano había emprendido meses atrás una serie de medidas. No solo fueron los salesianos, sino también el conjunto de la escuela concertada andaluza, en su mayor parte católica, que sufre el acoso sistemático de la Administración pública desde hace años.

En primer lugar, se sucedieron movilizaciones de profesores, padres y los propios alumnos, bajo el lema Estamos des-concertados. El director titular del colegio salesiano de Morón, José Mario Pérez, declaró que “ha sido admirable la respuesta de los alumnos, sobre todo los más mayores, de Secundaria y Ciclos Formativos, plenamente conscientes de que tenían que salir en defensa de su colegio”. Las camisetas, las pulseras y los lazos de color naranja inundaron pueblos y ciudades a lo largo y ancho de la geografía andaluza donde los religiosos ejercen su labor educativa a diario.

Se sucedieron manifiestos, artículos en prensa, intervenciones en radios y televisiones locales (no en Canal Sur, la televisión pública, que vetó desde el primer momento cualquier atisbo informativo al respecto)… Lamentablemente, no se pudo llegar a realizar una manifestación masiva de la concertada en la capital andaluza.

Y a la par que las movilizaciones y la sensibilización, los recursos judiciales. Los padres han tenido un papel más que significativo al respecto, pues han sido las asociaciones que los representan, junto con la titularidad de los centros docentes, los que han alzado la voz a favor de los colegios de sus hijos. En efecto, los recurrentes solicitaban que, a la espera de la resolución del litigio, se mantuviese el concierto para las unidades privadas del mismo.

Como primer paso, el TSJA ha resuelto, “mientras se sustancia el recurso”, conceder las medidas cautelares solicitadas por las familias afectadas. Además, también ha concedido las mismas medidas al recurso presentado por la propia titularidad, según se ha sabido en esta misma semana. Más significativo es incluso que “el auto de la Sala se basa en la aplicación de la doctrina del Tribunal Supremo”, según declaró Muñoz de Priego.

Esta es un pequeña victoria en una larga batalla que empezó en el mes de enero, cuando la consejera de Educación, Mar Moreno, desveló los planes educativos del Gobierno de coalición entre el PSOE e Izquierda Unida. Sobre otros seis colegios pende aún la espada de Damocles de un Gobierno sectario que se empeña en erradicar la libertad religiosa en un pueblo como el andaluz, y en privar a los padres del derecho de elegir libremente la educación para sus hijos, consagrado en la Constitución Española de 1978.

En el nº 2.854 de Vida Nueva.

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