¿Quiénes son los enemigos de la paz?

La paz tiene enemigos. Están en las montañas y siembran de sangre el suelo colombiano. Están en las calles y dejan muertes a su paso. Negocian con droga. Secuestran. Torturan. Hacen justicia por su cuenta. Cometen acciones terroristas y acuden a los falsos positivos. Arengan desde la prensa. Twittean. Son muy peligrosos los enemigos declarados de la paz.

Hay otros enemigos que amenazan la paz sin dar un grito de guerra. Como el ansia de poder y la ambición de riqueza. Que son igualmente peligrosos.

Porque amenaza la paz quien teme perder sus privilegios, quien por unos pesos compra una conciencia o la vende, quien cierra sus oídos a las necesidades de los demás y solo piensa en satisfacer las propias, quien desprecia o rechaza a alguien, quien contribuye al odio y al resentimiento, quien se muestra intolerante o responde con agresividad, quien es capaz de vencer injustamente al que se opone a su propia ambición, quien tiene el dinero como meta única y el deseo de poseer como móvil de su actividad, quien pretende dominar a los que tiene a su alrededor, quien tiene el corazón cargado de rabia, quien quiere llegar primero poniendo zancadilla a sus contrincantes.

Por eso la paz resulta esquiva. Porque todos somos responsables de impedirla o de conseguirla. Y si queremos lograrla necesitamos un cambio de corazón para darnos cuenta que servir es más importante que dominar, que el amor puede más que el egoísmo, que el dinero y lo que se compra con dinero no ofrecen la felicidad, que la honestidad es más rentable que la corrupción, que el odio no es buen consejero, que la solidaridad y la justicia pueden transformar una sociedad.

Isabel Corpas de Posada

Compartir