“En la Iglesia hay sitio para todos”
DARÍO MENOR (ROMA) | “Estamos totalmente abiertos a las nuevas formas de Vida Consagrada. Aportan la frescura y el empuje propios de la juventud, sobre todo en los modos de evangelizar. Es importante que mantengan un diálogo constante con las formas históricas de consagración, que ofrecen una sabiduría acumulada durante siglos. Pasa como en las familias, en las que los abuelos, los padres y los nietos aprenden los unos de los otros. En la Iglesia hay sitio para todos”.
Con estas palabras se expresaba el arzobispo franciscano José Rodríguez Carballo, secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA), antes de intervenir en el III Encuentro de Nuevas Formas de Vida Consagrada, celebrado el 29 y 30 de mayo en Roma. Acudieron a esta cita 110 miembros de 36 institutos y asociaciones de derecho pontificio y diocesano ya aprobados o en vías de lograrlo.
Bajo el lema Abriendo caminos, el simposio incluyó una mesa redonda en la que explicaron el camino recorrido representantes de cuatro de estas realidades eclesiales ya reconocidas por la Santa Sede.
Uno de ellos era el Instituto Id de Cristo Redentor, Misioneras y Misioneros Identes, al que pertenece Lourdes Grosso García, directora del Secretariado de Vida Consagrada en la Conferencia Episcopal Española, quien destacó la importancia de este encuentro y “cómo caminar juntos hacia una posible institucionalización”.
“Queremos colaborar con la CIVCSVA para que, al regular estas nuevas formas, pueda llegar a una determinación sobre qué somos y quiénes somos”, explicó Grosso, una de las organizadoras de la cita. Precisamente, Rodríguez Carballo se refiere a esa creación de estructuras canónicas como “uno de los desafíos para los próximos años”. Por ejemplo, ¿sería viable que un matrimonio estuviera al frente de una realidad eclesial integrada también por consagrados?
Otra de las realidades eclesiales que logró el reconocimiento como instituto de derecho pontificio y participó en la reunión fue la Fraternidad Misionera Verbum Dei. Su presidenta, la mexicana Lucía Aurora Herrerías Guerra, consideró la reunión “una riqueza grandísima”.
“Compartir la experiencia, el camino y los retos que muchas veces son comunes nos ayudan para seguir caminando y saber que estamos haciendo un camino juntos dentro de la Iglesia”, comentó. “Hace que nos demos cuenta de que no somos los únicos. En distintos lugares y de distintas maneras, el Espíritu Santo está suscitando respuestas a las necesidades del mundo de hoy”, aseguró Herrerías, cuyo instituto está formado por hombres y mujeres, consagrados y matrimonios, como ocurre con tantas otras realidades pertenecientes a las nuevas formas de Vida Consagrada.
Grosso destacó, por su parte, que el Espíritu Santo “inspiró en la primera mitad del siglo XX y cerca del Vaticano II movimientos que vivían una llamada a la Vida Consagrada distinta a la que hasta entonces se conocía”.
Una idea surgida del encuentro es la creación de una institución permanente en Roma para que estas realidades tengan un interlocutor único ante los organismos de la Santa Sede. Sería similar a la Unión Internacional de Superioras Generales o a su homóloga masculina. “Aún somos pocos los que hemos logrado la aprobación pontificia. La creación de esta institución es algo para lo que habrá que esperar, pero nos hemos planteado su necesidad. De momento, vamos a crear una web en la que ofrecer el material de estas citas y compartir experiencias”, anunció Herrerías.
Francisco interpela a la USG
Del 27 al 29 de mayo, se celebró en Roma la Asamblea semestral de la Unión de Superiores Generales (USG), dedicada a reflexionar sobre la misión de la Vida Consagrada durante el pontificado del papa Francisco.
El encuentro contó con dos conferencias dedicadas a analizar el lenguaje y el estilo de Jorge Mario Bergoglio y cómo su visión antropológica interpela a la Vida Religiosa. Otra de las ponencias versó, en cambio, sobre cómo los consejos generales pueden incidir con su papel de animación en la vida de las provincias.
Además de espacios para el debate y mesas redondas, la Asamblea incluyó un amplio momento de diálogo entre los superiores generales y el prefecto y el secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el cardenal João Braz de Aviz y el arzobispo José Rodríguez Carballo, respectivamente.
En el nº 2.944 de Vida Nueva
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