En el segundo día de cónclave, en la quinta votación, salió la esperada ‘fumata bianca’
M. A. MORENO | Pasadas las 19:00 horas y en la quinta votación del cónclave, saltó la noticia: la Iglesia tiene un nuevo papa. La humareda, que parecía negra en un principio, en seguida se reveló blanca y la confirmación llegó con las campanas de la Basílica de San Pedro. Habemus Papam!
El gran número de personas que habían aguantado bajo sus paraguas la lluvia que cayó sobre la Plaza de San Pedro durante toda la tarde gritó al descubrir que, al segundo día de cónclave, ya era realidad la noticia. El sucesor de Benedicto XVI ha sido elegido por el Colegio de Cardenales.
La espera de la tarde fue larga, y la lluvia fina que caía sobre Roma la hizo aún más. Muchos eran ya los congregados en la plaza vaticana a eso de las 17:30 horas, cuando era previsible que terminara la primera votación de la tarde, tercera del cónclave, y podría salir la fumata blanca en caso de elección de nuevo pontífice.
No fue así, pero eso no desanimó a los que llegaron a la Plaza de San Pedro, que se fue llenando cada vez más. Hasta que alrededor de las 19:07 h. salió el esperado humo blanco, que estuvo más de diez minutos manando de la chimenea vaticana.
A partir de entonces, la multitud comenzó a corear: “¡Viva el Papa!” y se desató la euforia en la noche vaticana.
La salida de la banda vaticana y la Guardia Suiza aguardaban ya al cardenal protodiácono, Jean-Luis Tauran, el encargado de anunciar al nuevo pontífice.