CEE: “Que los costes de la crisis no caigan sobre los más débiles”

protesta contra los desahucios de viviendas

El Episcopado publica una nota sobre la situación actual, en la que incluye un polémico punto sobre los nacionalismos

protesta contra los desahucios de viviendas

FRAN OTERO | La 125ª Comisión Permanente de la Conferencia Epispopal Española (CEE), celebrada los días 2 y 3 de octubre, se centró en la actual situación social y económica por la que atraviesa España y en la declaración que publicó al respecto y titulada Ante la crisis, solidaridad. [La CEE se pronuncia ante la crisis]

Una nota estructurada en torno a las virtudes teologales –fe, esperanza y caridad– y en la que se hacen denuncias de la situación social, alguna propuesta y se invita a la solidaridad. Hablan, con su lenguaje característico, de recortes, de la clase política, de los que más sufren… y, también, un punto que ha llamado la atención y generado polémica en Cataluña sobre “la unidad cultural y política de esa antigua nación que es España”.

Se trata del número 12 de la declaración, en el que se trae a colación la Instrucción Pastoral Orientaciones morales ante la situación de España, de 2006: “Ninguno de los pueblos o regiones que forman parte del Estado español podría entenderse tal y como es hoy si no hubiera formado parte de la larga historia de unidad cultural y política de España. Propuestas encaminadas a la desintegración unilateral de esta unidad nos causan gran inquietud”.

El documento completo fue aprobado casi por unanimidad (17 votos a favor), sin ningún voto en contra, pero con cuatro abstenciones. Y si bien es cierto, como recordó el portavoz episcopal, que las votaciones son secretas, también lo es que cuatro son los obispos catalanes presentes en este órgano.

En cualquier caso, la mayor parte del documento –los otros 14 puntos– reflexionan sobre la actual situación y, aunque intentan poner luz y ofrecer esperanza, “temen que la crisis o, al menos, sus efectos no hayan tocado fondo”.

Del mismo modo, reconocen a la ciudadanía cómo están afrontando –“con serenidad y espíritu de sacrificio”– las decisiones que han tenido que adoptar los gobiernos central y autonómicos, al mismo tiempo que piden a los políticos que protejan a los más vulnerables. “Hay que reconocer y agradecer el civismo y la solidaridad, ahora especialmente necesarios. Por su parte, las autoridades han de velar por que los costes de la crisis no recaigan sobre los más débiles, con especial atención a los inmigrantes”, añaden.

Fe, esperanza y caridad

Tras este análisis, los obispos invitan a la fe, porque es esta la que “libera el juicio de la razón y de la conciencia para distinguir directamente el bien del mal y para arrostrar el sacrificio que comporta el bien y la justicia”. Una invitación –continúan– que es propuesta de conversión, es decir, “apartarse de los ídolos de la ambición egoísta y de la codicia”.

La segunda invitación es a la caridad, “una voluntad que, iluminada por la fe, se adhiere al amor a Dios y al prójimo de modo constante, razonable y desprendido”.

Tras recordar que la Iglesia también da cauce a la caridad de los fieles a traves de distintas instituciones –Cáritas es un ejemplo–, se detienen en la caridad que afecta a las relaciones políticas y, en este sentido, entienden el desencanto de la población ante los políticos, que “no han sido capaces de ordenar la vida en común de un modo verdaderamente justo y humano”.

De modo especial citan a los jóvenes, que “sufren de modo muy intenso los efectos de la crisis y se ven afectados por la falta de trabajo en porcentajes difíciles de soportar”. “Este es uno de los aspectos más dolorosos y preocupantes”, añade.

La tercera y última invitación es a la esperanza, y, por ello, señalan que “la crisis puede ser también ocasión para mejorar nuestras costumbres e ir adoptando un estilo de vida más responsable”.

En este sentido, piden una acción concreta y reclaman “a quien corresponda” que se dé un signo de esperanza a las familias que no pueden hacer frente al pago de sus viviendas y son desahuciadas. “Es urgente encontrar soluciones que permitan a esas familias –igual que se ha hecho con otras instituciones sociales– hacer frente a sus deudas sin tener que verse en la calle. No es justo que resulte tan gravemente comprometido el ejercicio del derecho básico de una familia a disponer de una vivienda”.

Por otra parte, la Permanente autorizó la publicación de un documento sobre las vocaciones sacerdotales y estudió el borrador del segundo catecismo de infancia.

En el nº 2.819 de Vida Nueva.

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