La Vida Religiosa busca nuevos horizontes en la Semana del ITVR

Los consagrados reflexionan sobre su papel en la Nueva Evangelización

Semana Nacional ITVR 2012

FRAN OTERO. Fotos: LUIS MEDINA | La Iglesia, en todas sus dimensiones y sectores, vive en los últimos tiempos centrada en la reflexión sobre la transmisión de la fe en el tiempo de hoy, en lo que se llama Nueva Evangelización. No hay grupo eclesial, movimiento o congreso que no haya versado sobre esta cuestión. Y es que cada vez está más cerca el mes de octubre y el Sínodo de Obispos sobre esta temática y, a la vez, el Año de la fe. También la Vida Religiosa (VR) lo viene haciendo en lo que llevamos de año.

Un ejemplo ha sido la Semana Nacional de Vida Religiosa, celebrada del 10 al 14 de abril y organizada por el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITRV) de los Misioneros Claretianos, y que cumplió su edición número 41 con un lema que fue al mismo tiempo una declaración de intenciones: Vida evangelizadora y evangélica, ¡ay de mí si no evangelizo!

El encargado de inaugurar este evento fue el nuncio de Su Santidad en España, Renzo Fratini, que, en su primera participación en este foro, recalcó la importancia de reflexionar sobre los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia en la actualidad, marcados por la secularización, “con el convencimiento de que hay una gran necesidad de redescubrir la Nueva Evangelización”. “O somos misioneros o no somos. La falta de celo misionero es la falta de celo por la fe”, añadió.

En este sentido, se refirió a los campos de la espiritualidad y la educación como lugares propicios para esta Nueva Evangelización. En el primer caso, continuó, porque toda evangelización está vinculada a formas de radicalismo evangélico; y en el segundo, porque hace falta ofrecer “la luz de la verdad” a las generaciones más jóvenes y porque la escuela “tiene que ayudar a descubrir la fe”.

Semana Nacional ITVR Elías Royón, Eusebio Hernández, Manuel Tamargo y Renzo Fratini

De izq. a dcha., Elías Royón, Eusebio Hernández; Manuel Tamargo y el Renzo Fratini

Para Fratini, la Nueva Evangelización es “sinónimo de misión y de ampliación de horizontes” y, por tanto, “contraria a la autosuficiencia y al mantenimiento del statu quo”. Por esto, invitó a los religiosos a redescubrir y revitalizar su consagración y a “hacer que Jesús sea cada vez más conocido y amado”.

Finalmente, reconoció la gran labor y el servicio que la VR hace a la Iglesia y, por ello, insistió en que todo carisma debe estar al servicio de la misión y no debe buscar un protagonismo individual. “La Iglesia, sin la aportación de los religiosos, pierde. La Vida Religiosa tiene una gran actualidad”, dijo.

Esperanza para el futuro

El sentir general, al que ha tratado de pulsar Vida Nueva, muestra que la situación hoy es muy complicada para la Nueva Evangelización y que la crisis vocacional es muy acusada, pero no se pierde la esperanza y la confianza en “aquel que les ha llamado”.

Precisamente, un joven religioso corenano, Gabriel Lee, insistió en que la VR debe vivir el radicalismo evangélico y, de este modo, ofrecer testimonio y dejar de preocuparse del número, “porque esto no es importante”. “Jesús no estuvo preocupado de cuántos eran. Es más importante cómo vivimos”, añadió.

En el nº 2.796 de Vida Nueva. La Vida Religiosa busca nuevos horizontes en la Semana Nacional del ITVR, íntegro para suscriptores

 

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