Las monjas de los Estados Unidos siguen reacias a la Visita Apostólica

Madre Mary Clare Millea visitadora apostólica religiosas Estados Unidos
Mary Clare Millea, visitadora apostólica designada por Rodé

Mary Clare Millea, visitadora apostólica designada por Rodé

(María Gómez) La Visita Apostólica a las religiosas estadounidenses de vida activa, encargada por la Congregación para la Vida Consagrada (que preside el cardenal esloveno Franc Rodé) y presentada hace ahora un año (30 de enero), está en su segunda fase, pero no se está desarrollando al ritmo esperado por sus responsables. Tras una primera etapa de entrevistas personales y cartas en las que las superioras mayores han compartido sus esperanzas y preocupaciones, éstas debían completar un cuestionario sobre la identidad de su congregación, el estilo de vida actual y los proyectos futuros. Disponible desde el 28 de septiembre, el cuestionario debía devolverse “no más tarde del 20 de noviembre”, junto con una copia de los principales documentos de la congregación.

El pasado 12 de enero, la visitadora apostólica, Mary Clare Millea, superiora general de las Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús, remitía una nueva carta a sus compañeras: “He compartido con el cardenal Rodé mi tristeza y decepción porque no todas las congregaciones han respondido a esta fase de diálogo con la Iglesia de una manera que apoye totalmente el objetivo de esta Visita Apostólica. Él me animó a pedir a las que todavía no lo han completado que reconsideren piadosamente su respuesta. Así que aprovecho esta oportunidad para, de nuevo, invitar a todas las superioras mayores que no han completado el cuestionario a que lo hagan”.

“Está habiendo una resistencia casi total. Estamos diciendo ‘¡Basta!’. En mis 40 años en la vida religiosa nunca he visto tanta unanimidad”, asegura al National Catholic Reporter una monja que prefiere permanecer en el anonimato. La publicación norteamericana revela que muchas congregaciones han optado por enviar copias de las constituciones de sus órdenes religiosas.

Desde el inicio, las religiosas estadounidenses han mostrado su desacuerdo con el modo en el que se ha planteado esta Visita, que consideran carente de transparencia. La tercera fase comenzará en abril, con visitas in situ a institutos concretos. Si bien se dijo que, en principio, las conclusiones del informe que Millea enviará al Vaticano no iba a ser públicas, Rodé anunció en noviembre que sí se difundirá el informe analítico sobre algunos datos cuantitativos. Según explicó el cardenal, esta Visita responde a las preocupaciones que católicos han hecho llegar durante varios años al dicasterio, y “es probable que también tenga consecuencias en otras partes del mundo”.

En el nº 2.694 de Vida Nueva.

INFORMACIÓN RELACIONADA

Compartir