La Iglesia venezolana critica el monopolio educativo de Chávez

El Episcopado debate en Asamblea Extraordinaria una ley que margina la enseñanza católica en las escuelas

Chávez-en-una-escuela(Andrés Cañizález– Caracas) Los señalamientos de los obispos venezolanos en materia educativa han sido insistentes desde hace ya tiempo. Los prelados vienen ratificando en los últimos años que el modelo educativo debe ser plural en este país, tradicionalmente católico, pero que en la actualidad vive bajo un nuevo marco legal que excluye el contenido religioso de las aulas. El modelo político del presidente Hugo Chávez, el llamado Socialismo del siglo XXI, ha sido igualmente persistente en sus críticas y ataques contra la Iglesia. “Mira cómo chillan los obispos, la oligarquía, vamos bien, Sancho”, ha dicho unas cuantas veces el mandatario, al autocolocarse en el rol del Quijote, y desde allí atacar en sus alocuciones a la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).

Justamente, este organismo celebró la tercera semana de octubre su cuadragésima Asamblea Extraordinaria para reiterar sus críticas a la Ley Orgánica de Educación, aprobada por unanimidad por la Asamblea Nacional de Venezuela durante el pasado mes de agosto, en plena temporada vacacional. Las entidades de educación superior y la red católica de educación fueron excluidas literalmente del proceso de consulta que promovió el Ministerio de Educación entre los allegados al régimen. En julio, en una Asamblea Plenaria anterior (Vida Nueva, nº 2.670), la CEV había enfatizado la necesidad de un mayor diálogo antes de aprobar tan importante instrumento jurídico, al tiempo que había ratificado su opción a favor de la pluralidad de enfoques educativos y de opciones religiosas dentro del sistema educativo.

Derecho a elegir

En julio, el Episcopado emitió el comunicado La educación es tarea de todos, en el que señaló la necesidad de una ley abierta “a todas las corrientes del pensamiento, el derecho irrenunciable y la responsabilidad de la familia en la educación de sus hijos y en la libre elección del tipo de escuela, un papel rector para el Estado, pero compartido con el conjunto de la sociedad, y la inclusión de la dimensión religiosa en los horarios de clase, teniendo una opción plural.

Esta nueva reunión de octubre –encabezada por el presidente de la CEV y arzobispo de Maracaibo, Ubaldo Ramón Santana, y el arzobispo de Mérida, Baltazar Porras– convocó a las directivas de la Confederación Venezolana de Religiosos, la Asociación Venezolana de Educación Católica y el Consejo de Laicos para debatir sobre una polémica ley que ha provocado numerosos enfrentamientos en las calles entre partidarios y detractores del Gobierno.

Al dar comienzo el encuentro, Santana expresó su satisfacción por el debate vigoroso y extendido que viene dándose en Venezuela en torno a este tema, y como reacción a la ley. “Hay una toma de conciencia general que ha surgido en los padres de familia, en las asociaciones que son alentadoras, porque quieren ser tomados en cuenta y consideran que la educación no es solamente un asunto del Estado”, se felicitó Santana.

“Además del Estado docente [una de las grandes banderas del Gobierno del presidente Chávez], que promueve una educación laica, entendemos que también hay una sociedad auténtica y una familia educadora, y que hay unas instituciones que estas familias reconocen como importantes en la función educativa como es la Iglesia”, defendió el propio Santana.

Muchas fallas

Mientras tanto, el presidente de la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal Venezolana y obispo de Puerto Ayacucho, José Angel Divassón, cuestionó duramente la nueva ley. A su juicio, este instrumento legal “adolece de muchas fallas”. “Esperamos que el sector gubernamental –deseó en declaraciones al diario El Carabobeño– tome conciencia de eso, busque alternativas que vayan en beneficio de toda Venezuela y no para un sector o un grupo”.

Por su parte, el secretario general de la CEV, Jesús González de Zárate, reiteró que, a pesar de los señalamientos sobre el tema, los obispos siguen abiertos al diálogo con las autoridades. La CEV lleva un mensaje de reconciliación, de encuentro y de diálogo en el país, sin distinción de posición política. “A todos los hemos llamado siempre para un ejercicio responsable de sus deberes ciudadanos por encima de las diferencias políticas”, recordó. Y recalcó que ,“antes que ser de un partido o de otro, somos venezolanos, y la gran mayoría somos cristianos”.

En el nº 2.681 de Vida Nueva.

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