El primer día del resto de tu vida
(J. L. Celada) No dejamos de escuchar, aquí y allá, que la familia está en crisis. Sin embargo, no parece pensar lo mismo la industria cinematográfica, que sigue incluyéndola entre sus argumentos más recurrentes desde los orígenes de este invento. Rara es la semana en la que la cartelera no nos ofrece la enésima vuelta de tuerca a una institución que lo soporta ya casi todo: modelos incontables y hasta impensables hace no muchos años, historias de siempre o puntos de vista inéditos, reflejos, a la postre, de los modos tan diversos de entender la existencia… y la convivencia.
La penúltima propuesta nos llega de Francia, como algunos meses atrás lo hicieron Las horas del verano o Un cuento de Navidad, y conjuga un interesante repertorio de lugares comunes como argumento y objeto de reflexión con una innovadora y ágil estructura narrativa. Bajo su título (El primer día del resto de tu vida), late el deseo de unos personajes dispuestos a reponerse de cada nuevo traspié y la intención de un director, Rémi Bezançon, de recoger con su cámara ese puñado de momentos que acaban resultando fundamentales para el ser humano (la pérdida de la inocencia, el primer amor, el abandono del nido, la irrenunciable experiencia de hacerse mayor…), y de los que la institución por excelencia se convierte en privilegiado testigo.
Protagonizan este melodrama con destellos de comedia los miembros de una familia de tantas del país vecino, un matrimonio y sus tres hijos que, pese a los contratiempos y las tensiones, siempre se sentirán a salvo en el hogar. Al abrigo de sus seres queridos, como en el rememorado western de Los siete magníficos, se saben más seguros: padres, hermanos y esposos se erigen en los particulares pistoleros que defienden a sus parientes de las amenazas externas y de los estragos que pueda causar el paso del tiempo.
Los hechos se desarrollan a lo largo de una docena de años (1988-2000), aunque en pantalla sólo toman cuerpo cinco días de todo ese arco temporal, los que encarnan en primera persona cada uno de los integrantes del clan familiar. Sus repectivas miradas se contrastan y complementan en las diversas situaciones que va deparando una trama que avanza al compás de los propios acontecimientos (y sentimientos)… y al ritmo de una potente banda sonora en consonancia con la época y la estética de cada tramo del filme.
El álbum familiar confeccionado por el realizador galo cuenta aquí con fotos para todos los gustos: hay risas, lágrimas, amor, soledad, desamparo, rebeldía, incomprensiones, aplazamientos, dolor, muerte… Y todo ello se sucede a la velocidad que impone la propia vida… en directo. Nada nuevo, desde luego, pero nadie debería perdérselo. Como la familia y, si me apuran, como esta película. No están las fechas para demasiadas alegrías cinéfilas.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO ORIGINAL: Le premier jour du reste de ta vie
GUIÓN Y DIRECCIÓN: Rémi Bezançon
FOTOGRAFÍA: Antoine Monod
MÚSICA: Sinclair
PRODUCCIÓN: Isabelle Grelliat, Eric Altmayer, Nicolas Altmayer
INTÉRPRETES: Jacques Gamblin, Zabou Breitman, Déborah François, Marc-André Grondin, Pio Marmaï, Roger Dumas, Cécile Cassel, Stanley Weber
En el nº 2.666 de Vida Nueva.
